Un incendio destruye parcialmente el bar La Vía Láctea, en Malasaña

Un incendio, que no causó víctimas, destruyó parcialmente en la mañana de ayer el bar La Vía Uctea, situado en la calle de Velarde, número 18, en pleno corazón del barrio de Malasaña, y uno de los más conocidos templos de la modernidad madrileña. El incendio se originó hacia las once de la mañana y, al parecer, fue debido a un cortocircuito producido en la planta baja de¡ inmueble contiguo, en el que se realizaban obras de insonorización.

Los aproximadamente 25 vecinos que se encontraban en el momento del siniestro en sus casas pudieron salir por su propio pie del edificio, salvo media docena de ancianos que tuvieron que ser rescatados por la policía. Los bomberos lograron extinguir el fuego hacia las tres de la tarde.El incendio produjo un denso humo negro y afectó principalmente a la planta baja y al primer piso del inmueble. El capataz de los bomberos tuvo que ser retirado en ambulancia por presentar síntomas de asfixia. Según los vecinos, los propietarios de La Vía Láctea llevaban más de un año realizando obras en la planta baja colindante con el bar con la intención de ampliar el negocio y abrir un restaurante. Aunque aún no se han establecido definitivamente las causas del siniestro, un miembro de la policía municipal apuntaba la posibilidad de que al colocar un obrero una chapa en una de las paredes para insonorizar las plantas superiores, se produjese un cortocircuito, que inmediatamente levantó una columna de humo al prenderse los plásticos, latas de pintura y botes de disolvente que se encontraban en el local.

En un primer momento cundió el pánico entre los vecinos ante la posible extensión del incendio, debido a la vieja estructura de madera del edificio, el riesgo de explosiones y la pérdida de sus pertenencias. Una anciana que llevaba más de seis meses sin salir a la calle se preguntaba angustiada por la suerte de su canario. Teresa, que vive encima de La Vía Láctea, contaba que nada más despertarse vio como "el humo salía del suelo, de cada baldosa, y en seguida no se veía nada ni en casa ni en la calle". Otros vecinos protestaban indignados porque "el Ayuntamiento jamás ha hecho caso de las denuncias que se han puesto contra el bar por ruido y por la gente que viene aquí".

Uno de los propietarios del local, presente durante las tareas de extinción, no quiso hacer declaraciones. Al parecer, la parte del bar más afectada por el incendio ha sido la destinada a oficinas, en la que se hallaban dos ordenadores y se llevaba la contabilidad. La Vía Láctea contaba con extintores y mangueras en su interior.