Inactividad y tensión al cierre

Los inversores españoles han adoptado las mismas medidas de precaución que sus colegas del otro lado del Atlántico ante la inminente publicación de las cifras del déficit comercial norteamericano, a lasque hay que añadir un IPC propio sobre el que aún no se han tomado decisiones. El resultado ha sido una jornada orientada a la baja y en la que la inactividad ha sido preocupante. La mayoría de los corros discurrieron bajo la presión vendedora, dando la sensación en ocasiones de que el papel no quería ir más allá en sus planteamientos para evitar causar un daño mayor a las cotizaciones. Esta especie de contención no gustó a los operadores, lo que sirvió para aumentar la confusión del cierre.Las bajas y las repeticiones han sido lo más destacado de esta sesión en la que sólo 16 valores consiguieron oponerse a la tendencia dominante. Las eléctricas dejaron bien claro cual era el ambiente de una jornada en la que los compradores no se prodigaron.

Tuvo que ser otra vez el sector bancario el que pusiera los puntos sobre las íes, demostrando su actual falta de interés por mantener las cotizaciones. Casi todos los grandes valores del grupo se dejaron llevar por la presencia de papel, aunque el volumen no es, en absoluto, preocupante. La medida, no obstante, empieza a surtir efecto, pues los saldos por caja de estos valores han disminuido y el volumen negociado es mayor que el del último día, lo que puede contribuir a que esta sesión no se acerque demasiado a los niveles mínimos del año. El cierre resultaba tan inactivo como el resto de la sesión, ya que nadie se atrevía a cruzar apuestas sobre los datos que se iban a publicar unas horas después.