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La garantía de suministro de crudo dificulta la entrada de Pemex en Repsol

La compañía pública Repsol ha presentado a Petróleos Mexicanos (Pemex) hace mes y medio una última oferta de negociación para la entrada del conglomerado petrolero azteca en la sociedad española, con una participación máxima del 10%. La oferta se centra en el suministro de 100.000 barriles de petróleo diarios como eje del futuro acuerdo financiero. Repsol pretende que Pemex garantice el suministro en caso de elevación brusca de los precios internacionales, de la misma manera que Repsol, a través de su participada Petronor, ha cumplido su parte en los momentos de precios bajos.

La última oferta de negociación fue entregada en mano a los responsables internacionales de Pemex por José del Pozo, director general de Repsol Petróleo y la persona sobre la que ha descansado, hasta la fecha, el peso de la negociación. Pemex, como consecuencia de la celebración de los comicios presidenciales aztecas, aún no ha dado una respuesta, ni positiva ni negativa, a la oferta española, ya que, según fuentes mexicanas, "el expediente está aún sin analizar al más alto nivel".Pese a este aparente retraso en el proceso negociador, el interés de Pemex en entrar en Repsol no es puesto en duda por ninguna de las dos partes. Las negociaciones sobre los aspectos financieros se centran en la toma directa por Pemex de un 10% del capital de Repsol y el pago en efectivo al precio exacto en que se valore la compañía española. Repsol ha procedido a realizar dos valoraciones de su valor patrimomal, siguiendo principios contables diferentes, no sólo con el propósito de fijar un precio a la participación de Petróleos Mexicanos, sino, a la vez, de determinar el precio de la futura salida a bolsa del grupo, prevista para la primera parte del próximo año.

Fuentes solventes consideran que el aspecto financiero, a falta de la determinación del neto patrimonial, no presenta ninguna dificultad. Por el contrario, los problemas están centrados, en estos momentos, en el contrato de suministro de crudo, pieza angular del acuerdo para la parte española. Repsol, en efecto, considera que la ventaja más evidente de la participación de un país productor en una compañía petrolera integrada como Repsol, pero con insuficientes recursos en exploración, es la garantía de tener el suministro de petróleo asegurado.

A estos efectos, la propuesta llevada a México por José del Pozo pone el énfasis en las seguridades de que los mexicanos, en caso de elevación brusca de los precios, garantizasen los precios de suministro contractuales o, cuando menos, asegurasen que la prima pagada no se alejará mucho de unos spreads o diferenciales previamente pactados. De la misma manera, España garantizaría a Pemex unos diferenciales similares en el caso, como el presente, de que los precios declinen, y, además, la oferta de crudo en el mundo es abundante. Con ello, Repsol pretende asegurarse un margen de refino aceptable, que le asegure este tipo de negocio.

La dificultad mexicana

Por parte mexicana, la dificultad de aceptar fórmulas de esta clase es que se asemeja mucho a los denominados contratos net back, muy parecidos a los ensayados hace dos años por productores como Arabia Saudí y que la propia Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha rechazado por considerarlos la razón fundamental del hundimiento de los precios del crudo desde 1986. México no pertenece formalmente a la Organización de países Exportadores de Petróleos pero en la práctica sigue habitualmente la disciplina de precios pactada por los países del cártel.Así las cosas, fuentes españolas estiman ahora que la compañía petrolera azteca contestará en un plazo breve de tiempo a las nuevas propuestas de negociación expuestas, una vez que la nueva Administración mexicana tome una decisión respecto a la continuidad o no de la plana mayor directiva de la sociedad.

En principio, la intención de repsol es cerrar, si se puede, la cuestión mexicana antes de que culmine este año, a fin de facilitar la salida a bolsa del grupo prevista, como se ha dicho, para la primera parte del próximo año.

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