Alpinismo y sirtaki

Los dos entretenimientos yanquis que la programación cinematográfica del día nos propone están edificados sobre los cimientos de la banalidad. Ni Licencia para matar ni Evasión en Atenea van más allá de ese estadio. La primera es una película de y con Clint Eastwood, ni de las peores n' de las mejores suyas, y nos presenta a un curioso antecedente de Indiana Jones, un profesor de Arte que en nombre de su Gobierno pasa de la pizarresca y universitaria teórica a la más aventuresca práctica, escalando el Elger alpino en busca de un asesino a quien debe matar. No hay excesivas explicaciones sobre los motivos del asesinato; por ser el Departamento de Estado quien convoca la letal excursión, ya se puede suponer que el Bien está a la vera de nuestro héroe y, por tanto, el Mal a la de la presa a cazar.Sin embargo, lo que sí tiene Licencia para matar es una excelente factura técnica y narrativa y unas espléndidas y vertiginosas panorámicas montañesas, cebo turístico sobre el que se pretende hacer escalar también la calidad del producto.

Cebo turístico hay igualmente en Evasión en Atenea, un nefasto cruce entre el Misión imposible televisivo y Los cañones de Navarone, más algo sacado de La gran evasión, cóctel que nos depara un sabor impreciso, a caballo entre la comedia y el filme bélico y a burro entre la postal turística y la exaltación heróica de cuatro americanitos dándole ciento y raya al ejército nazi.

En su caso, lo mejor es que tiene un tono de juerga desmadrada en la que Elliot Gould repite su cuartelera anarquía de MASH y la calva del Savalas osa bailar -¡con Claudia Cardinale!- un sirtaki. Y es que estamos en Grecia, claro, en un campo de concentración donde hasta se especula con las excavaciones arqueológicas.

Ewasión en Atenea se emite, a las 18.00 horas, por TVE-2. Y Licencia para matar, a las 22.40, por TVE1.