La quiniela de fútbol pretende reactivarse con la apuesta sobre el partido número 15

La desaparición de la apuesta sobre los resultados de los partidos en el descanso (Q-1) y la creación de otra complementaria (los 14 más el encuentro número 15) son los cambios más relevantes con los que se pretende reactivar la quiniela futbolística. El descenso de su recaudación en la temporada pasada respecto a la anterior fue de 14.189 millones de pesetas (de 36.105 a 21.916), lo que equivale al 39%. El objetivo para la próxima es que aumente de un 20% a un 25%, según Javier de Górgolas, gerente de las Apuestas Deportivas del Estado, integradas en el Organismo Nacional de Loterías, mediante la captación de más pronosticadores, no de la subida de su precio, ya que la columna continuará costando 20 pesetas.Para De Górgolas, no es que la Q-1 haya constituido un fracaso a lo largo de sus dos años de vigencia, puesto que en el último dio dividendos millonarios en 40 de las 41 jornadas, sino que se ha cuestionado desde el punto de vista deportivo. Así, se ha considerado más atractivo apostar sobre el resultado final de otro partido, el 15, que sobre los de los descansos de los 14 clásicos. Se da la circunstancia, además, de que, al haberse igualado el porcentaje de las recaudaciones destinado a premios, el 55%, con los de la lotería primitiva y el bonoloto, a esta nueva apuesta se puede destinar uno mayor que el asignado a la suprimida.

A cada una de las tres categorías de aciertos tradicionales, las de 14, 13 y 12, le corresponderá un 15%, mientras que a la recién creada, la de 15, le tocará un 10% (la Q-1 tenía el 6'29%). Obviamente, sólo los acertantes de 14 optarán a serlo de 15, para lo cual se incluirá en los boletos un encuentro más, de pronóstico muy incierto, en el que se apostará con un signo: el 1, la X o el 2. Si se apostase con varios, el 1 y la X, el 1 y el 2, la X y el 2 o el 1, la X y el 2, únicamente tendría validez el primero.

El 'bote'

En el caso hipotético de que no hubiera ningún acertante de 14 en una jornada determinada, la cantidad relativa a esta categoría sería acumulada como bote para los de 15 en otra posterior -nunca la siguiente, dado que hay que conceder unos plazos para las reclamaciones-, que se anunciaría en el momento oportuno con un nombre sonoro y de inequívoca connotación futbolística que, según De Górgolas, podría ser la Gran Copa.Precisamente, la quiniela se apoyará más en la publicidad de lo que lo ha venido haciendo porque, en opinión de De Górgolas, una de sus desventajas en relación a otras apuestas es que el jugador necesita una información más compleja, como, por ejemplo, la clasificación de los equipos. "Con la proliferación de los juegos de azar, se está produciendo un ajuste entre la oferta y la demanda", resume De Górgolas, "y se trata de que la quiniela, para mí la apuesta más bonita y con más posibilidades para acertar, aparte de que es la más barata, se coloque a un nivel adecuado".