Un grupo de pastores anglicanos, dispuesto a integrarse en el catolicismo si se ordenan 'obispas'

Un grupo de 60 pastores y otros 60 fieles anglicanos que no están de acuerdo con la ordenación episcopal de las mujeres quieren unirse a la Iglesia de Roma. Para ello estarían dispuestos a aceptar incluso la infalibilidad del Papa, aunque no quieren renunciar a mantener el matrimonio en el sacerdocio. Pero eso no sería problema para el Vaticano, ya que no es la primera vez que un pastor anglicano pasado al catolicismo ha continuado de, párroco manteniendo su familia.

Los sacerdotes y fieles anglicanos que piden la unión con Roma estarían dispuestos a aceptar una prelatura nullius, es decir, constituirse en una especie, de diócesis autónoma, algo parecido a lo que el papa concedió al Opus Dei.Dichos anglicanos cismáticos de su confesión estarían también dispuestos a aceptar buena parte del derecho canónico católico. Más aún, no les importaría repetir la ordenación sacerdotal de manos de un obispo católico.

Silencio de Roma

Pero es precisamente esto lo que más irrita a la Iglesia anglicana, que siempre ha considerado válida la ordenación sacerdotal y episcopal al no haberse nunca interrumpido, desde que se separó de Roma, la tradición apostólica.Por ahora el Vaticano prefiere mantener silencio sobre el caso. El Papa está de vacaciones en Castelgandolfo, tras su regreso de los Dolomitas, y las congregaciones romanas cerradas. Sólo el Secretariado para la Unión de los Cristianos se ha limitado a decir que el documento de los pastores y fieles anglicanos no les ha llegado aún oficialmente. "Cierto", afirman, "se trata de un signo positivo, pero es aún pronto para decir cómo acabará el asunto". Y añaden: "Si en efecto solicitan una prelatura nullius, el proceso será largo, pero no existiría ningún problema para los pastores casados".

Por su parte el autor del documento, escrito en febrero, y que según Roma no ha llegado aún oficialmente al Papa, el pastor Brooke Lunn, vicario de la Iglesia de la Santísima Trinidad de Londres, ha afirmado: "Nuestra idea es la de llegar a una plena comunión con Roma. Pero al mismo tiempo queremos conservar una clara identidad anglicana. De ahí que la prelatura nullius pudiera ser una buena solución".

Esta solución es la que hubiesen querido los seguidores de Lefebvre antes de la ruptura definitiva con Roma. Pero a ellos el Papa no quería concederles tal autonomía e independencia.

Volver a la seguridad

De cualquier modo, el hecho del "minicisma anglicano", como ha sido llamado aquí, revela que algo se está resquebrajando en el seno del protestantismo y que Roma, con el prestigio que al Vaticano le ha dado el papa Wojtyla, con sus certídumbres y sus viajes por el mundo, empieza a ser una tentación para cuantos un día se habían alejado polémicamente de Roma.Los observadores se preguntan si éstos son signos de que la gente vuelve a la seguridad tras haber peregrinado por los senderos difíciles de la duda y de la búsqueda, sin que nadie se atreva aún a hacer profecías.