El juez Falcone pierde la batalla contra su jefe sobre la lucha anti-Mafia
El juez Giovanni Falcone y sus compañeros del pool anti-Mafia han perdido la batalla en el Consejo Superior de la Magistratura italiana, que se ha dividido al no haber podido, tras 22 horas continuadas de discusión, llegar a la aprobación de un documento unitario. De los dos documentos presentados, fue aprobado el que rechaza los argumentos de Falcone y da la razón, en cambio, a su superior, el jefe de los jueces de Palermo, Antonino Meli.
Falcone había acusado a Meli jefe del Juzgado de Instrucción de Palermo, de impedir al grupo de magistrados anti-Mafia trabajar en libertad. Las primeras reacciones del sector progresista, favorable a los míticos jueces que hicieron posible el primer verdadero proceso contra la Mafia, que acabó con severas condenas, han sido muy duras.Se ha dicho que otra vez ha vencido la Mafia y que, paradójicamente, la decisión del Consejo Superior de la Magistratura revela mejor que ninguna otra cosa que lo que se desea es normalizar la situación en Palermo para impedir que se lleve a cabo el nuevo proceso, esta vez contra los responsables políticos de los mafiosos.
"El partido se ha perdido"
El protagonista de la contienda, el juez Giovanni Falcone -que durante el maxiproceso a la Mafia ha vivido con la protección de cristales blindados hasta en su cuarto de baño, y ha sido protegido por 14 policías en sus desplazamientos- se limitó a decir, ayer por la mañana, al conocer el resultado de la votación del comité de reforma del consejo de los superjueces (siete contra cinco) y del comité anti-Mafia del mismo consejo (siete contra cuatro): "El partido se ha perdido".Más explícito y duro fue su compañero Ignazio de Francisci, otro de los jueces del pool anti-Mafia, quien, conversando con los periodistas en Palermo, comentó que la situación actual es idéntica a la que vivió el general de carabineros Carlo Alberto dalla Chiesa; éste, cuando fue gobernador de Palermo, se quejó de que el Estado lo había dejado abandonado.
En una entrevista concedida a Giorgio Bocca y publicada en el diario La Repubblica, Dalla Chiesa había confiado, 10 días antes de ser asesinado, que cuando la Mafia se da cuenta de que el Estado ha abandonado a su suerte a uno de los personajes que combaten contra ella, se siente libre para matarlo. Ayer, De Francisci comentó amargamente: "Esperemos que esta vez la conclusión [en el caso de Falcone] no sea la misma".
Refiriéndose a lo que harán a partir de ahora tanto Falcone como los otros jueces que integran el citado grupo que lucha contra la Mafia, De Francisci comentó: "Mi opinión es que nos iremos todos. Pero lo haremos poco a poco. Y, mientras tanto, se multiplicarán las llamadas patéticas para que nos quedemos y para que nos queramos todos".
Ahora, los dos documentos votados por el consejo, el de mayoría, que fue aprobado, y el de la minoría, que fue rechazado, han sido presentados al jefe del Estado, el democristiano Francesco Cossiga. Habrá que esperar al próximo mes de septiembre para que el documento de la mayoría será analizado y ratificado por el pleno de los superjueces, que no resisten ya el bochorno de Roma y quieren irse cuanto antes de vacaciones.
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