¿Sentencia fatal?
Cuando, hace un año, llegaba a Madrid para cumplir mi servicio militar, ni se me pasaba por la cabeza el gran número de peligros que llegaría a pasar, debidos, según mi opinión, a la incompetencia de los mandos militares.Yo llamo incompetencia a levantar a unos Jóvenes soldados con poca experiencia en la conducción de vehículos especiales a las tres de la mañana, después de haber dormido tan sólo cinco horas, para realizar viajes que oscilan entre las tres y las nueve horas.
También llamo incompetencia a realizar fuego real con dichos vehículos por soldados totalmente inexpertos y sin la ayuda de ningún superior. Fuego real que no es ninguna broma y que asusta a cualquiera, y si no que se lo pregunten a unos compañeros míos a los que les cayó un pepino a 20 metros de donde se encontraban. Y todo como demostración de la preparación del Ejército español ante los representantes de la OTAN. Me río de nuestra preparación y de una demostración basada en el peligro de los soldados. Esto por no hablar de una experiencia propia, que a un solo día de licenciarme, y debido a una barrera de humo, sufrimos un fuerte encontronazo entre dos vehículos que pudo haberle costado la vida a un compañero si no es porque la suerte se alió con él.
Ya para finalizar, hacer una cruda, pero creo que real, afirmación: el número de muertes en el servicio militar es menos elevado que el riesgo al que se somete a los soldados en el mismo-