Muere en accidente de tráfico Ruiz de Alda ex subgobernador del Banco de España
Juan Antonio Ruiz de Alda, de 54 años, murió el viernes en accidente de tráfico, pocos días después de haber cesado como subgobernador del Banco de España, puesto en el que le ha sucedido Luis Angel Rojo. Días antes de que terminara su mandato como segundo responsable del banco emisor, manifestaba, con visible satisfacción, que se abría una nueva etapa de su vida, pero "antes voy a tomarme unas vacaciones, algo que no he podido hacer en muchos años".
El accidente, en el que falleció también su hijo Miguel, de 19 años, se produjo a las ocho y media de la tarde de ayer, cuando circulaban por la carretera Sevilla-Badajoz, en el término municipal de Santa Olalla. El vehículo en el que viajaban chocó frontalmente con un camión que circulaba por la parte izquierda de la calzada, produciéndose la muerte de los dos ocupantes del turismo; de acuerdo con las informaciones a facilitadas por distintas agencias de prensa.En los últimos ocho años Ruiz de Alda ha sido una de las cabezas visibles de la Administración, en unión durante algún tiempo con Aristóbulo de Juan, para la solución de la crisis bancaria más importante que haya sufrido ningún país europeo.
Su tarea fue ordenar un sistema en crisis y poner todos los peldaños posibles para tratar de evitar que volviera a repetirse. Hace ocho años José Ramón Álvarez Rendueles y Mariano Rubio le nombraron secretarlo general del Fondo de Garantía de Depósitos Bancarios. Desde este puesto asistió a crisis de la profundidad de Banca Catalana, Banco Urquijo-Unión y el propio Banco Hispano Americano, al que había estado ligado por lazos familiares y profesionales. Ruiz de Alda formó parte, además, del equipo fundador de Banif, la primera sociedad de servicios financieros que existió en España.
Todavía se recuerda su foto en la junta general de accionistas de Banca Catalana que tuvo que presidir después de que la entidad fuera intervenida por el Banco de España ante la magnitud de los desequilibrios patrimoniales que presentaba y la falta de voluntad política para que se encontraran soluciones reales y no ficticias. Presidió la junta con unos auriculares en los oídos para la traducción simultánea, tras excusarse por no poder hablar catalán. Poco tiempo después colocó a Banca Catalana entre los siete grandes bancos nacionales porque ninguno en solitario tenía claro que fuera posible su reflotamiento con las condiciones fijadas por el Fondo de Garantía. Antes había logrado vender todos los bancos en crisis que fueron apareciendo, a un coste elevado, en torno a un billón de pesetas, pero que pocos. han discutido que pudiera hacerse de otra forma, una vez que se abondonó la idea de que se nacionalizaran.
Su nombramiento como subgobernador del Banco de España, en julio de 1984, provocó grandes tensiones en el primer Gobierno socialista. Si en aquel momento se discutía la oportunidad de nombrar a Mariano Rubio gobernador, la figura de Ruiz de Alda planteaba muchos más problemas.
Polémico nombramiento
Era, se decía, demasiado amigo de la llamada beautiful people y representaba la imagen del financiero capitalista. Al final el peso político de Mariano Rubio y, sobre todo, de Miguel Boyer empujó la balanza a su favor y Ruiz de Alda ocupó el puesto de subgobernador del Banco de España hasta hace pocos días.Ha sido el encargado, en este período, de dar forma a la nueva solvencia bancaria. En la medida en que los resultados lo permitían, Ruiz de Alda no dudaba en dar una vuelta más a la tuerca de las exigencias de provisiones. Su máxima parecía resumirse en que está bien que las instituciones financieras ganen dinero, pero no que luego lo repartan sin control. Así, forzó la creación de provisiones para los fondos de pensiones de los trabajadores, para el riesgo-país y para cualquier tipo de crédito que bancos y cajas hubieran concedido por muy bueno que fuera el cliente.
Ruiz de Alda cerró una etapa el pasado día 26. Después del verano tomaría algunas decisiones sobre su futuro inmediato.
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