La acusacion considera un "montaje policial" la supuesta fuga del 'Nani'

La acusación del caso el Nani calificó en la sesión de ayer del juicio como un "montaje policial" la supuesta fuga de Santiago Corella en un descampado de Vicálvaro. "Es una coartada" de los agentes procesados para no presentar ante un juez al Nani, que había sufrido "toda clase de apremios, malos tratos y torturas" dijo el abogado José Antonio Sanz Grassa, que ayer leyó el informe de la acusación. El letrado consideró ilegal la aplicación de la ley antiterrorista a Corella.

"Los procesados a fin de evitar responsabilidades [tras interrogar al Nani] llegan a la conclusión de que lo mejor es encontrar una coartada y por ello se ven en la imperiosa necesidad de rehacer todas las diligencias policiales", añadió Sanz Grassa. "El atestado policial es un documento totalmente falso. Un chanchullo", agregó.El letrado de la acusación resaltó las contradicciones en que han incurrido, a su juicio, los procesados y testigos policiales a lo largo del juicio. El comisario Francisco Javier Fernández Alvarez declaró que sacó de las dependencias policiales al Nani, acompañado de otro procesado: Victoriano Gutiérrez Lobo; mientras que ordenaba al también inspector Francisco Aguilar que se adelantase al patio para pedir un vehículo y marchar a Vicálvaro. Sanz Grassa recordó que hubo dos testigos: los inspectores José Juan Jiménez Martín y José María Malvido Acosta, que afirmaron haber visto vivo al Nani acompañado por los tres procesados, en vez de dos como asegura el comisario, que lo sacaban de la Puerta del Sol. Incluso, uno de los testigos afirmó que pidió permiso al comisario para irse a casa, mientras que el otro aseguró que no hubo conversación con los agentes que se desplazaban a Vicálvaro. Malvido y Jiménez si se pusieron de acuerdo en que se fueron juntos de la Puerta del Sol.

Para Sanz Grassa, los malos tratos infringidos a Santiago Corella llevaron a los agentes "a falsear las diligencias con el único fin de salvaguardar su responsabilidad, haciendo desaparecer al Naní". En este sentido, el abogado de la acusación consideró probado que tanto Santiago Corella, como su mujer Soledad Montero y su amigo Ángel Manzano fueron objeto de malos tratos "tendentes a quebrar la voluntad de estos y reconocer unos hechos que nunca habían cometido".

El letrado consideró ilegal la aplicación de la ley 11/80, conocida como antiterrorista, al Nani, a Soledad Montero, Ángel Manzano y Concepción Martín.