La baja de los tipos de interés continuará paralizada

El proceso de bajada de los tipos de interés seguirá interrumpido mientras no cambien las circunstancias exteriores e interiores que lo paralizaron hace casi dos meses, según dijo ayer en Santander Javier Aríztegui, jefe de estudios monetarios y financieros del Banco de España, en un debate sobre los objetivos de la política monetaria.

En tanto los mercados apuestan ya por ligeras subidas de los tipos nominales durante el verano, Aríztegui fue más cauteloso al afirmar que las pautas recientes hacen pensar en que se van a mantener los precios del dinero.

El jefe de Estudios Monetarios del Banco de España argumentó que en Estados Unidos y Europa tienden a subir lenta y pausadamente y en España, tras la parada del proceso abierto por una política monetaria más flexible, hace ahora un año, la situación se ha reconducido y no se consideran necesarias medidas como las de entonces.

El cómo ejecutar la política monetaria para afrontar la rápida innovación financiera y la creciente internacionalización de los mercados, una de las preguntas de respuesta prioritaria para las autoridades españolas de cara a la aproximación de la peseta al sistema monetario europeo (SME), fue planteado ayer en la primera jornada en curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) patrocinado por la Fundación Barríe de la Maza (Banco Pastor).

Ralph Bryant, de la Brookings Institution, economista norteamericano cuyas posiciones en pro de flexibilizar los objetivos están siendo secundadas por los principales bancos emisores, propuso renunciar al objetivo instrumental de controlar la cantidad de dinero y fijarse exclusivamente en el producto interior bruto nominal.

Los españoles, en cambio, se pronunciaron por mantener la estrategia de dos etapas (controlar la oferta monetaria como objetivo instrumental y los precios o el crecimiento de la demanda como objetivos finales) seguida en la última década, aunque con mayor flexibilidad desde hace un año y con mayor atención al tipo de cambio y otros instrumentos, así como con llamadas de ayuda a la política fiscal.

José Biñals, del Servicio de Estudios del Banco de España, reconoció que los actuales momentos de indefinición pasan por "mirar a todas partes" y desaconsejó el modificar ahora la política monetaria para luego volver a cambiarla dentro de un año al aproximarse al SME, porque esto "podría tener costes importantes".