La 'mili' de los objetores

Cerca de 2.000 objetores serán llamados antes de que acabe este mes de julio, o en septiembre de este año, a la primera convocatoria de servicio civil alternativo. El ejercicio de este derecho previsto en la Constitución se inicia entre las denuncias de los colectivos de objetores por la falta de información a los posibles candidatos sobre cómo objetar, así como con el rechazo de parte de los 25.000 objetores reconocidos a cumplir el servicio civil, con la intención de poner en jaque a una ley de Objeción que no les satisface. La lucha por una mili alternativa parece que no ha terminado.

La primera llamada a filas civiles se hará sin que se resuelva la duda sobre el destino de más de 20.000 objetores históricos, que podrían pasar a la reserva sin cumplir el servicio civil, según ha sugerido el ministro de Justicia. Asimismo sigue sin conocerse la suerte que correrán cinco de los 26 objetores a los que se rechazó su solicitud por presentarla durante el periodo de incorporación a filas (sobrevenidos), que están pendientes de procesamiento. A uno de ellos, Francesc Alexandri, que estaba sujeto a prisión domiciliaria, le acaban de reconocer su condición de objetor.Paralelamente, un miembro del Consejo nacional de Objeción de Conciencia (CNOC) ha denunciado que desde el pasado mes de febrero se han rechazado más de 300 solicitudes por presentarlas sin indicar el motivo de la objeción, tal como propugnan colectivos de objetores. Hasta entonces se habían aceptado cerca de 10.000 solicitudes similares, el 40% del total de las reconocidas, sin que se hubiese rechazado ninguna.

El servicio civil alternativo se pone en marcha sin que se hayan realizado campañas informativas oficiales entre los jóvenes llamados a la conscripción (servicio militar). Este hecho contrasta, denuncian los objetores, con las campañas publicitarias sobre el servicio voluntario en el ejército, en las que se ha llegado a insertar anuncios en medios presuntamente poco propicios, como el diario Egin.

Guía práctica

Recientemente, la editorial Integral ha publicado un libro de Xavier Rius, un objetor histórico, que junto a un excelente estudio de la objeción de conciencia y de su historia en España, incluye una completa guía de cómo objetar y de las características del servicio civil. Es una de las pocas guías prácticas para los que se plantean objetar.Dos grupos de objetores serán llamados en la primera convocatoria del servicio civil. Entre los que fueron reconocidos como objetores antes de la entrada en vigor del Reglamento de la Prestación Social -el 10 de febrero de este año-, sólo los que cumplan 19 años o menos durante 1988. Y, por otro lado, los de cualquier edad entre los reconocidos a partir de la entrada en vigor del reglamento, según fuentes de la Oficina para la Prestación Social. En total, serán convocados cerca de 2.500 objetores, de los que unos 500 habrán conseguido aplazamientos o exención en el plazo debido, que ya ha terminado.

Este contingente de entre 2.000 y 3.000 objetores, se corresponde con la previsión de objetores que habrá cada reemplazo, así como con los presupuestos previstos para el servicio civil y con las plazas disponibles en las entidades en las que se realizará la prestación social. Este hecho rafirma la idea de que el Gobierno pasaría directamente a la reserva a los otros más de 20.000 objetores históricos, ya que no podrían ser absorvidos con las actuales previsiones. Sin embargo esta posibilidad parece chocar con las reticencias del Ministerio de Defensa, según informaciones no confirmadas.

El número de objetores en España no supera el 2% de los llamados a filas, porcentaje parecido al de otros países europeos, aunque en Portugal supera el 10%, en Alemanla Occidental se acerca al 20%, y en Suecia y Noruega se situa en tomo al 7%, según el citado libro de Xavier Rius.

Quien piense objetar debe saber en primer lugar que deberá hacer un servicio civil que durará 18 meses -aunque la Ley prevé hasta 24 meses-, seis más que la duración normal del servicio militar. En el resto de países europeos también se castiga el servicio civil con una mayor duración, que oscila entre dos meses más en Austria y el doble de la duración del servicio militar en Grecia.

Motivos ideológicos

El objetor deberá presentar la solicitud ante el CNOC, o ante el Gobierno Civil, la Delegación del Gobierno, oficinas consulares o mediante certificado admnistrativo, aunque éste último es poco recomendable. El CNOC tiene seis meses de plaze, para resolver la solicitud. Si no contesta en ese plazo, se considera concedida. Puede que pidan al solictante que amplie la declaración de motivos (convicciones de conciencia de orden religioso, etico, humanitario, filosófico, u otros; los motivos políticos no están expresamente admitidos, aunque hasta ahora se han aceptado los ideológicos de carácter no partidista). Puede que el CNOC llegue a investigar la vida privada del peticionario. En tal caso, los colectivos de objetores indican que se puede interponer un recurso contencioso-administriativo por violación del derecho a la intimidad.Se puede presentar la solicitud desde el último trimestre del año en que se cumple 17, hasta cuando queden dos meses para la fecha de incorporación a filas. Si se presenta la solicitud dentro de los dos meses anteriores a la incorporación se puede solicitar a la Caja de Reclutas un aplazamiento de seis meses para que el CNOC resuelva. Sin embargo no es aconsejable, porque no siempre han concedido el aplazamiento. También se puede objetar si se está en periodo de exclusión temporal o prórroga al servicio militar, así como cuando se está en situación de reserva. La Ley prohibe objetar mientras se cumple el servicio militar. Si deniegan la solicitud, se puede recurrir. Tras ser declarado objetor, hay dos meses para pedir prórrogas o exenciones al servicio civil.

El CNOC ha reconocido como objetores, hasta ahora, a los prófugos o desertores que lo fueran antes de la entrada en vigor de la Ley (el 18 de enero de 1985). En tal caso, un abogado deberá tramitar el sobreseimiento de su caso ante la justicia militar.

Si finalmente se convoca al solicitante para el servicio civil, darán a elegir entre distintas actividades, en principio en cerca de cien entidades (Cruz Roja, Protección Civil, Inserso, corporaciones locales y autónomicas, organizaciones no gubernamentales ... ). Si es posible, se podrá elegir una entidad de la localidad donde viva el objetor. En el futuro se prevé que pueda solicitarse el cumplimiento en otros países como cooperante. Se recibe la misma paga que un soldado -900 pesetas mensuales-, y se tienen los derechos y deberes normales de los demás trabajadores de la entidad -horario, vacaciones, seguridad social...-, salvo el derecho de huelga. Proporcionan ropa -no se prevé un uniforme civil- y alojamiento y comida si así se desea. Si el objetor cree que está ocupando un puesto de trabajo, podrá, en teoría, denunciarlo.

La disciplina también existe en el servicio civil, y quizá más dura que en el militar. Si se ausenta sin permiso durante más de 24 horas y menos de 72 su servicio civil puede durar tres meses más. Si no se presenta o deserta, puede ser castigado con penas de cárcel de entre dos años, cuatro meses y un día, a seis años.