José María Escondrillas abandonó ayer la presidencia de Explosivos Río Tinto tras la junta de accionistas
José María Escondrillas presentó ayer su dimisión como, presidente de Explosivos Río Tinto en la junta general extraordinaria de accionistas dle esta sociedad celebrada en un cine madrileño. De esta forma se pone fin a casi un año de enfrentamientos entre la dirección del grupo empresarial y su principal accionista, la papelera catalana Torras-Hostench, en la que se apoyan fundamentalmente las inversiones del grupo gubernamental kuwaití KIO. Como resultado del ejercicio correspondiente a 1987, Escondrillas confirmó los 20.000 millones de pesetas de beneficios alcanzados.
A primeras horas de la mañana de ayer se reunían en la sede central de Explosivos Río Tinto, José María, Escondrillas y Francisco Godia, presidente y vicepresidente respectivamente del grupo empresarial. A las diez y media se iniciaba la última, reunión del consejo de administración en la que fundamentalmente se dió el visto bueno definitivo a los nombramientos que se propondrían dos horas más tarde en la junta general extraordinaria de accionistas.Ésta se inició alrededor del mediodía con la intervención de José María Escondrillas, quien a lo largo de casi una hora, expuso las principales razones que han llevado al grupa conseguir unos resultados de más de 20.000 millones de pesetas de beneficio.
A este balance han contribuido de manera definitiva el esfuerzo realizado para la refinanciación de la deuda, así como el abaratamiento de la misma como consecuencia de la evolución del dólar. Los buenos resultados del negocio petrolero y petroquímico de la compañía también han pesado lo suyo ya que los 1.800 millones de beneficios conseguidos han sido los mayores de la historia en este sector, según Escondrillas.
En el otro lado de la moneda el presidente de Explosivos Río Tinto situó las repercusiones de la entrada en la Comunidad Europea para el sector de fertilizantes y la caída de la divisa norteamericana en la división de defensa.
Escondrillas reconoció que la escisión de las actividades de defensa había sido uno de los motivos de enfrentamiento con las directrices que marcaban los nuevos accionistas y a las que se ha enfrentado hasta el último momento.
La otra segregación establecida ha sido la del negocio de fertilizantes que a partir de ahora se integra junto con Cros en Fosfórico Española S A.
Tomó la palabra a continuación el nuevo hombre fuerte de ERT, Francisco Godia, vicepresidente del grupo y con labores de presidente a partir de ahora hasta que se de por finalizado el proceso de fusión con Cros, de la que es presidente. Afirmó representar a casi el 20% del capital a través de Cros y la mayoría absoluta si se cuentan las filiales.
Godia destacó las ventajas de esta operación encaminada fundamentalmente a la creación de un grupo químico competitivo en Europa en el que se volcarán a partir de ahora y para lo que realizarán las inversiones necesarias.
Este grupo químico se crea con las mismas pretensiones que el grupo Torras Hostench en el sector papelero y el todavía por desarrollar en el sector alimentario.
Con estas tres plataformas pretenden alcanzar importantes niveles de rentabilidad en los mercados europeos las inversiones de KIO en España.
Respecto a las actividades petroleras, serán los profesionales de ERT quienes asuman las decisiones que se adopten.
En la junta se aprobaron los nuevos nombramientos con la sorpresa de última hora en la incorporación al consejo de Jaime Lamo de Espinosa, al que acompañarán Fernando Labad, cuñado de José María Escondrillas, como consejero delegado, Arturo Gil, Juan Miró, Jerónimo Angulo, Carlos Filippini, Rafael de Juan y Fernando Fernández Tapias.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.