A Italia le perdió un exceso de confianza
La selección española vivió desde la grada una curiosa situación en el partido ItaliaGrecia. Grecia ganó a Italia haciendo en los dos últimos minutos algunas acciones que los libros de texto sobre este deporte dicen que no deben hacerse. Italia se excedió en su confianza y Grecia actuó contra la norma. España celebró este triunfo, porque tuvo a los dioses de su lado.Grecia, en un partido mucho más combativo del que realizó ante España, consiguió una sorprendente, por inútil, victoria ante Italia. Sorprendente porque Italia estaba ofreciendo un papel muy sólido, al contrario que Grecia; inútil, porque la victoria, al ser inferior a 15 tantos, deja a Grecia fuera de Seúl. Indirectamente, España se beneficia de este resultado hasta límites insospechados, porque la selección de Díaz Miguel sólo depende de una cosa: que Italia no gane a la URSS. Por tanto, de entre todas las vicisitudes por las que ha atravesado España en este preolímpico hay que concluir que esta es, de lejos, la más favorable. De ahí los calurosos abrazos y aplausos que dedicaron los jugadores españoles a los griegos después del partido. Puede suceder que Grecia nos coloque en Seúl.
Y la victoria griega fue dificil por una razón muy sencilla: Grecia necesitaba 15 tantos de ventaja y nunca estuvo en disposición de conseguirlos. Tras una segunda parte en la que Gallis consiguió ir entrando en juego, ante una selección italiana que dio la impresión de haber pecado de exceso de confianza, Grecia se acercó a los últimos mínutos sin posibilidades. A falta de 2.27 minutos, se le señaló una técnica al entrenador Politis y Riva colocó el marcador 84-81 favorable a Italia. En este punto Grecia no tenía nada que hacer y lo lógico es que hubiera tirado la toalla.
Pero empató y volvió a ponerse por delante (84-86). Quedaban 1. 3 minutos y la situación ofrecía un contraste muy curioso: Grecia podía ganar el partido tratando de perder tiempo y buscando un tiro seguro pero, aunque fuera por mantener la ilusión, tenía que tratar de llegar a los 15 tantos. Por tanto, Grecia hizo lo contrario de lo que debe hacerse: buscó un tiro rápido, a la desesperada. Así lo hizo y naturalmente falló, pero Italia, la selección mejor especializada en estas situaciones finales, erró ingenuamente. Fue un estrépito. Fue la gran sorpresa de este preolímpico. Entre el alborozo de los jugadores españoles presentes en la grada, se consumé parte del milagro.
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