González da prioridad a las crisis de Interior y Justicia

El presidente del Gobierno, Felipe González, se dispone a dar la máxima prioridad a la solución de las crisis abiertas en las áreas de Justicia e Interior, además de continuar con las operaciones antiterroristas -en la línea ya emprendida por el equipo anterior- y mejorar el entendimiento con los dirigentes políticos de Euskadi. Para ello ha situado a hombres de la máxima confianza del partido socialista, y suya personal, al frente de estos departamentos. Medios solventes del PSOE aseguran que lo más significativo de la próxima etapa en política interna es la "arriesgada apuesta" realizada en estos terrenos, al tiempo que destacan la renovación aportada por la incorporación de mujeres, una de las cuales -Rosa Conde- va a ser la cara del Gobierno a través de la televisión. El reajuste del Gabinete fue planteado y resuelto por Felipe González en poco más de 72 horas, aunque se hubiera estado gestando a lo largo de varias semanas.

Enrique Múgica y José Luis Corcuera recibieron la oferta de incorporarse al Gobierno el mismo jueves, horas antes de que González diera por terminada la rernodelación del Gabinete, y, por tanto, sin tiempo material para considerar los departamentos a Ios que se les asignaba. Múgica f de convocado a la Moncloa a primeras horas de la tarde y Corcuera recibió la llamada del jefe del Gobierno a media tarde.El Ministerio de Justicia va a estar dirigído por una persona en absoluto vinculada a la carrera judicial, que puede ser menos permeable a las presiones de jueces y magistrados, según las fuentes citadas.

Al mismo tiempo, González lia confiado la cartera de Interior a José Luis Corcuera, un sindicalista de quien no cabe esperar finuras jurídicas, pero dotado de cierta habilidad negociadora y completarnente entregado al presIdente del Gobierno. El PSOE siempre ha echado de menos en Interior una mayor protección de la seguridad ciudadana y la polílica interior, que incluye el control de los gobiernos civiles, asuntos de los que Barrionuevo y su equipo apenas se habían ocupado, puesto que estaban completamente centrados en la lucha antiterrorista.

Otra pequeña complicación de la crisis se planteó en el equipo económico. Carlos Solchaga sostuvo tenazmente su autonomía al frente del mismo, centrada en las tensiones finales en torno a la cartera de Industria. La dirección del PSOE estaba orgullosa de su gestión en las negociaciones para la reconversión industrial (principalmente la cuestión de los astilleros de Euskalduna) y había puesto esas tareas -llevadas por Fernández Marugán y Corcuera- como ejemplos de las ventajas de los políticos sobre los tecnócratas. En este caso, de nada les ha valido, porque Solchaga ha logrado mantener su cuota de poder -para lo cual ha situado a Claudio Aranzadi en Industria-, aunque no haya conseguido incrementarla.

Explicaciones

La remodelación -mantiene una fuerte línea de continuidad, hasta el punto de que el cuarto Gobierno socialista cuenta con seis de los ministros que se incorporaron al primer Gabinete de Felipe González, en 1982: Carlos Solchaga, Narcís Serra, José Barrionuevo, Joaquín Almunia, Javier Solana y Carlos Romero, además del vicepresidente Alfonso Guerra. El jefe del Ejecutivo ha organizado "un Gobierno de los ortodoxos del partido socialista", según expresión de un observador de la política del PSOE.

El Ejecutivo, a través del ministro de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, comunicó ayer al Congreso de los Diputados la intención del presidente Felipe González de comparecer ante los parlamentarios el próximo día 20 para explicar la reinodelación de su Gabinete. Simultáneamente, varios partidos de la oposición (Alianza Popular, Partido Liberal, Centro Democrático y Soci4 Democracia Cristiana e Izquierda Unida) pedían también al jefe del Ejecutivo que explicara las razones y el alcance político de los cambios. La Cámara se encuentra ahora en período de vacaciones parlamentarias, pero estaba ya convocada una sesión extraordinaria para ese día, destinada a finalizar la tramitación de la ley del Mercado de Valores y la ley de Costas.

Los nuevos ministros tomarán posesión el próximo martes, para dar tiempo airegreso del ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, que se encuentra de viaje por Extremo Oriente y el lunes se reunirá en Roma con Felipe González, Narcís Serra y Carlos Solchaga para asistir a una cumbre ministerial hispano-italiana. La primera reunión del nuevo Gabinete se producirá el martes.

Servicios prestados

Felipe González agradeció ayer los servicios prestados por los cuatro ministros salientes: Fernando Ledesma, José María Maravall, Luis Carlos Croissier y Abel Caballero. Lo hizo en presencia de los demás miembros del Gobierno, durante el Consejo de Ministros, después de las conversaciones privadas mantenidas con ellos horas antes. Culminaba así una reestructuración llevada "con mucha profesionalidad", en expresión de un alto cargo de la Moncloa, quien destacó el hecho de que las consultas relacionadas con la crisis y la preparación de decretos se han realizado en muy poco tiempo.

No sólo las personas de confianza política del presidente, sino otros ministros que tienen menor trato con él, recibieron el ofrecimiento entre el miércoles y el jueves. El escritor Jorge Semprún, nuevo ministro de Cultura, fue convocado el miércoles a cenar con el presidente del Gobierno, sin conocer el motivo de la llamada, y salió de la Moncloa hecho ministro.

En función del criterio de rapidez, el presidente del Gobierno comunicó los cambios al Rey en la misma noche del jueves, inmediatamente después del regreso de don Juan Carlos. Por consiguiente, no se produjo el encuentro entre ambos esperado para ayer, viernes. El jefe del Ejecutivo despachará nuevamente con el Rey el próximo martes, después de la toma de posesión de los ministros.

El portavoz del Gobierno saliente, Javier Solana, destacó ayer que la remodelación supone .un cambio importante en el Gobierno" y subrayó dos aspectos: la incorporación de mujeres al Gabinete y la de tres personas sin carné del PSOE -Jorge Semprún, Rosa Conde y Claudio Aranzadi-, hecho este último que explicó en función de la voluntad del partido socialista de abrirse "a quienes participan con nosotros en un proyecto global de transformación de la sociedad".

Las competencias relacionadas con el deporte dependerán de Educación y Ciencia, después de haberse descartado su elevación a rango ministerial.