Toreo a la media
ENVIADO ESPECIAL"Donde fueres haz lo que vieres" es refrán que debe de tener bien aprendido Tomás Campuzano. Haz lo que vieres y lo que gustare. Tomás Campuzano viene a Pamplona y no se pone a escanciar fino transparente y dorado ni a servir ambrosías, que eso cuadra en otros pagos más al sur. Lo que entrega a manos llenas es voluntad de agradar, esfuerzo evidente, ejercicio contínuo, sudor, que se note a las claras el trabajo que realiza.
El toreo de Tomás Campuzano, ayer, estaba hecho a la medida del público pamplonés, que lo agradeció mucho, y en algunos pasajes de sus faenas le aclamaba !torero! con voces de verdadero convencimiento y fervor.
Tomás Campuzano se crecía entonces, se envalentonaba, volvía a la cara del toro, para enjaretarle pases seguiditos, unos templados, otros violentos; unos con el pico, otros con la pala. El toro los aceptaba todos y lo seguía, los buenos y los malos.
Guardiola / Alcalde, Campuzano, Soro
Toros de Salvador Guardiola, con trapío, veletos astifinos, encastados, varios poderosos. Paco Alcalde: pinchazo bajo, media atravesada caída y descabello (bronca); estocada corta caída (silencio). Tomás Campuzano. estocada corta baja (vuelta); estocada e insistente rueda de peones (oreja). El Soro: estocada atravesada y dos descabellos (pitos); media estocada tendida (algunas palmas y pitos).Plaza de Pamplona, 8 de julio. Tercera corrida de feria.
Al público también le daba lo mismo y coreaba ole, ole, ole, igual cuando los naturales que cuando las manoletinas mirando al tendido en su primero; igual cuando los redondos que cuando los molinetes encadenados en su segundo. Tomás Campuzano reinaba ayer sobre una torería blandengue, que se asusta cuando le ponen un torazo delante, así el torazo acabe siendo una hermanita de la caridad.
Méritos
Pundonor, vista y al toro (y al público) fueron los principales méritos de Tomas Campuzano, y no como otros, es preciso añadir, aunque este feo señalar. Otros, con el toro delante pasaban fatigas y tiraban líneas. Otros fueron ayer Paco Alcalde y El Soro, que no hicieron el toreo a la medida, ni el otro, ni estuvieron a la altura de las circunstancias.Cierto que los Guardiola tenían cara seria, trapío sobrado y cornamentas espeluznantes, pero no menos cierto es que resultaron manejables y varios de ellos más aún, porque demostraron boyantía en todos los tercios, que es lo verdaderamente importante en asuntos de lidia. Luego, tras unos momentos, apenas se justificaban sus inhibiciones.
Banderillearon. Banderillearon para general pesar, pues lo hacían a toro pasado, entre la censurable ventaja y el lamentable desastre. Excepto un par de cada autor, los restantes quedaban prendidos en los laterales traseros de los toros, lógico, ya que tirando los palos desde un costado, colocarlos en lo alto del morrillo era dificilísima empresa. En ocasiones ni siquiera llegaban a clavar y dejaban el ruedo sembradito de garapullos.
Tanto Paco Alcalde como El Soro trapacearon desde la lejanía a sus primeros toros y se apresuraron a estoquearlos. En sus segundos demoraron por mayor espacio de tiempo el fatal desenlace, lo cual no significa que lo dedicaran a interpretar el toreo en sentido estricto. Por el contrario., ejercitaban la técnica de citar previo sonoro zapatillazo, la muleta atrás; embarcar quitándose de en medio; rematar cuando aun llevaban trazado solo medio pase; correr a otro terrenito para empezar de nuevo.
Eso si, al coronar tandas con el pase de pecho, el cambio de mano o la trincherilla aleve, se contoneaban marchosos, con buen criterio, pues así como siempre hay un roto para un descosido, también hay un aplaudidor para el pegapases contumaz. En Pamplona y en todo el mundo conocido. Entre zapatillazos, contoneos y pares de banderillas a toro pasado hicieron la corrida interminable. Pesadez de corrida, que si no es por Campuzano, por la pitanza y por el meneo con que empezó, habría constituido una página en blanco en la historia de los sanfermines.
Meneo
Empezó con meneo, si, aunque se esperaba mayor. Ayer era el décimo aniversario de la muerte de German Rodríguez en el transcurso de los graves incidentes que hubo en la feria de 1978. Durante el paseíllo, los mozos de las peñas pitarona la banda de música, por atacar el pasodoble.Después del paseíllo una corneta tocó a silencio y no se calló nadie, ni los mozos de las peñas, que abucheaban al público de sombra por no ponerse en pie y coreaban a gritos frases ininteligibles. Solo se entendian algunas silabas: "cía", "sesina", "nistia", "bertad", "jos", "uta".
Se marcharon, salvo unos cuantos, que extendieron en el amplio graderío de sol, desde el tendido cuatro al siete, una inmensa pancarta amarilla compuesta de ocho tiras, cada una de unos 100 metros de longitud, y una ikurriña enorme. de 10 por 10 metros o así. La ikurriña, con crespón, lució tal cual, pero la pancarta no ajustaba y tambien quedaron sincopadas las frases, con letras que aparecian y desaparecian a golpes de viento: "German", "gogoan" "ez", "kalera".
Igual que el toreo de Campuzano, la pancarta estaba hecha a la medida del lugar. Igual que el toreo de Campuzano no se entendia bien, pero el trabajo que dio colocarla fue unanimenente reconocido.
Sustitución
Víctor Mendes será sustituído por un matador aun no designado en la corrida del próximo dia 13 en Pamplona, para la que esta anunciado, pues aun no se ha repuesto de la lesión que sufrió al estrellarse con un avión ultraligero. Ayer le sustituyó, en la misma plaza, Paco Alcalde, quien a su vez sustituía a Manili, convaleciente de la cogida que sufrió el pasado domingo en Las Ventas.
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