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Steffi Graf rompió la racha histórica de Martina Navratilova en el torneo de Winbledon

Alex Martínez Roig

Steffi Graf (RFA), de 19 años, ganó ayer su tercer torneo consecutivo del Grand Slam -integrado por los torneos de Australia, Roland Garros, Wimbledon y Flushing Meadow-, al vencer en la rinal de Wimbledon a Martina Navratilova (EE UU), de 31 años, por 5-7, 6-2 y 6-1 en una hora y 33 minutos. Steffi cobró 32 millones de pesetas por su victoria, y Martina recibió la mitad. Martina, que jamás había perdido una final de Wimbledon, sigue así compartiendo el récord de victorias en el torneo con Helen Wills Moody (EE UU), con ocho triunfos. Graf logrará el Grand Slam si gana en septiembre el Open de Estados Unidos.

El triunfo de Steffi Graf puede ser el inicio de un fin de semana histórico para los alemanes, porque si hoy vence Boris Becker, que es el favorito, habrán conseguido un doblete sin precedentes en Wimbledon. Cuan do comenzó el fenómeno Becker, hace tres años, se produjo una avalancha de periodistas alemanes en Wimbledon. El cronista de The Times llegó a escribir: "No entiendo el interés de esta gente por una pista central que bombardearon sin piedad en la Segunda Guerra Mundial", pero todo lo que no lograron los generales del ejército alemán, la conquista de Inglaterra, están a punto de con seguirlo, de una forma más civilizada y pacífica, Graf y Becker.La final de ayer tuvo una fuerza, una belleza y una lucha que desde hacía mucho tiempo no se veía en el tenis femenino. Martina Navratilova, que ya está en el ocaso de su carrera, y Steffi Graf, que acaba de amanecer como campeona, brindaron un duelo igualado y espectacular. Navratilova, reina incuestionable del tenis femenino en la última década, se encontró ayer, por primera vez en su vida, con una jugadora que golpea la bola más fuerte que ella, que corre más y más rápido, y que tiene más agresividad. La era de Steffi Graf acaba de comenzar y todavía parece lejano -quizá dos o tres años- el momento en que aparezca alguna jugadora capaz de disputar su trono.

Navratilova afrontó el partido con inteligencia. Pese a perder el saque en e! quinto juego, recuperó una desventaja de 3-5 para ganar el set por 7-5. Cargó todo su juego sobre el revés de Steffi, el único punto débil de la alemana. Todos sus saques iban hacia allí, y todos sus golpes de aproximación a la red eran profundos sobre el revés de Graf.

Martina ganó seis juegos consecutivos y se colocó con una ventaja de 2-0 en la segunda manga. "En ese momento estaba muy enfadada conmigo misma", dijo luego Graf. "Me faltaba agresividad, y quería demostrar a la gente que era capaz de jugar mejor". Navratilova mantuvo el envío de las bolas al revés de Graf, pero, de repente, la jugadora alemana comenzó a sobrepasarla en la red con golpes paralelos o cruzados

Recta final

"No sé lo que sucedió", dijo Graf. "Afronté cada punto individualmente, y, de repente, me dí cuenta de que había ganado nueve juegos consecutivos". Lo que había sucedido es que Martina, por primera vez en su vida, se sentía arrasada por la fuerza de su rival. Llevaba 47 partidos seguidos en Wimbledon sin perder, sin encontrar más resistencia que su propio carácter. Martina, además, estaba agotada. Sus 31 años empiezan a pesar en sus piernas, y ayer, obligada a subir a la red para ganar los puntos -lo hizo en 39 ocasiones en las dos primeras mangas- se encontró de repente sin fuerzas.

Steffi Graf pasó de un 0-2 en contra, en el segundo set, a un 6-2 y 3-0 en el tercero. En su camino, había roto 4-1 saque de Martina -el mejor hasta su llegada- en cinco ocasiones consecutivas. En ese momento, Steffi se tomó un respiro, y Martina acortó distancias al romperle el servicio.

Con 3-1, llegó la lluvia y una nueva interrupción. "Veía el partido con cierto pesimismo" dijo Steffi, "porque pensaba que tendría que luchar mucho más para ganar. El descanso podía irle bien a Martina para recuperar fuerzas. Pero la verdad es que en el vestuario la vi agotada, sin saber cómo superar la situación". Martina había quemado sus naves en el primer set, y en la reanudación ya fue incapaz de ganar un solo juego.

Ya en el vestuario, Martina le regaló a Steffi la pulsera con una pequeña raqueta de diamantes que el año pasado Navratilova había recibido del boxeador Ray Sugar Leonard. Martina se desprendió de la pequeña raqueta de diamantes tras hablar con su amiga Judy Nelson que le dijo: "Despréndete de ella, porque no te trae buena suerte".

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Sobre la firma

Alex Martínez Roig
Es de Barcelona, donde comenzó en el periodismo en 'El Periódico' y en Radio Barcelona. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Deportes, creador de Tentaciones, subdirector de EPS y profesor de la Escuela. Ha dirigido los contenidos de Canal + y Movistar +. Es presidente no ejecutivo de Morena Films y asesora a Penguin Random House.

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