Cuatro marineros filipinos mueren asfixiados al revisar una carga de haba de soja en un barco en Barcelona
Cuatro marineros filipinos fallecieron en la mañana de ayer al penetrar en una de las bodegas de un buque de bandera chipriota anclado en el puerto de Barcelona para revisar una carga de haba de soja. La fermentación de los granos a causa de la humedad restó oxígeno a la cámara y los marineros murieron asfixiados. El capitán del buque Sea Boni, que intentó rescatar a los marineros, se encuentra grave por las emanaciones de gas inhaladas. El buque está anclado en la entrada del puerto de Barcelona desde hace 25 días a causa de una huelga de los trabajadores de la empresa donde debía descargarse la carga.
La humedad originada por el temporal de lluvia que azotó la ciudad de Barcelona y sus alrededores el pasado domingo provocó la fermentación de los granos de haba de soja que se hallaban en la bodega del Sea Boni. El barco transportaba unas 50.000 toneladas de esta leguminosa para la Compañía Industrial de Abastecimientos, SA (Cindasa) cuyos trabajadores de la sede de Barcelona están en huelga.El capitán del navío, el griego Zafiris Halaibalia, ordenó a sus marineros que examinasen el estado de los granos después del temporal. Como recordó después de producirse la tragedia el segundo maquinista del barco, "las normas marítimas internacionales nos obligan a examinar atentamente este tipo de cargas para evitar precisamente alguna de estas tragedias".
Los marineros Serafín Custodio, Romeo Molina, Savas Raviz y Silverio Alit fueron los encargados de llevar a cabo lo que debía ser una rutinaria revisión. Los cuatro marineros, según un portavoz oficial de Sea Spain, empresa consignataria del buque, penetraron en la bodega "sin darse cuenta de que no había oxígeno" y murieron asfixiados, dos de ellos en el acto. El propio capitán se introdujo en la cámara para tratar de salvar a sus marineros, pero también se desmayó. Zafiris Halaibalia fue trasladado a la residencia Príncipes de España, de Bellvitge, don de está siendo tratado de agitación psicomotriz por la inhalación de gases desprendidos por el haba de soja.
Uno de los marineros del barco pidió auxilio por radio, señal que fue captada por una lancha Zodiac de la Cruz Roja que patrullaba cerca del buque. Uno de los primeros voluntarios de este cuerpo que llegó al barco pudo salvar a uno de los tripulantes que gritaba desesperadamente "My friend, my friend", desde el interior de la bodega. Los soco rristas se lanzaron desde una altura de 10 metros para salvar a los atrapados y a sus compañeros que habían acudido en su ayuda. Entre la lancha de la Cruz Roja y un helicóptero de los bomberos de la Generalitat se evacuó al capitán del buque y a otros cinco heridos, dos de los cuales fallecieron posteriormente. Fuentes sanitarias explicaron que algunas de las cinco víctimas presentan diversas contusiones de las que se desconoce su origen y que el capitán de la nave está afectado por una fuerte crisis nerviosa.
El Sea Boni llegó el pasado 1 de junio al puerto de Barcelona, pero no pudo descargar el haba de soja por la huelga de los trabajadores de Cindasa, que exigen mejoras en sus condiciones de trabajo. En un comunicado emitido ayer, el comité de empresa señala que Cindasa "debía de conocer los problemas que conlleva mantener un barco cargado con haba de soj a en el puerto durante tantos días". El buque ha permanecido en la bocana de entrada al puerto a una milla de distancia de los muelles.
La tripulación estaba formada por 25 personas, todos filipinos, salvo cuatro griegos y un polaco. Los marineros muertos serán repatriados a su país, una vez se les haya practicado la autopsia y lo autoricen las autoridades sanitarias. El Sea Boni es un buque especializado en el transporte de grano. De 222 metros de eslora tiene un registro bruto de 32.971 toneladas y transportaba 46.000 toneladas de haba de soja. El barco procedía de Paranagua (Brasil), de donde llega el 80%. de las importaciones de este tipo de grano.
Otro cargamento fatal
La descarga de un contingente de soja transportada por este mismo buque provocó el pasado verano en Barcelona una epidemia de asma que presuntamente causó la muerte a cuatro personas y la hospitalización de 212 aquejadas de esta enfermedad.
Al conocer el accidente, el área de Sanidad del Ayuntamiento de Barcelona activó ayer el sistema de alerta para detectar si la atmósfera contenía alguna de las partículas de haba de soja causante de las epidemias de asma registradas en la ciudad. Un portavoz del área señaló que ni los medidores de partículas ni los servicios de urgencia de los centros sanitarios de Barcelona registraron anomalías relacionadas con este caso.
Desde los brotes de asma sufridos en Barcelona el pasado mes de septiembre, siempre que atracan en el puerto de Barcelona barcos cargados con haba de soja se ponen en funcionamiento las mediciones para prevenir o descubrir a tiempo posibles emanaciones tóxicas de haba de soja.
Un portavoz del Grupo de Colaboración del Asma de Barcelona recordó ayer que un capitán y un marinero de un buque cargado también con haba de soja fallecieron en Cartagena como consecuencia de los gases desprendidos por esta leguminosa. Los dos murieron también en la bodega del buque.
