Vecinas
Quizá sea difícil seguir mi razonamiento si no se ha oído por la radio el tono de supremo desprecio con que el señor Guerra ha contestado a los periodistas que lo interpelaban sobre la crisis de Gobierno y el bache de su popularidad. La respuesta ha sido reiterativa: "Patio de vecinas", "Cotilleo de vecinas". Ya se ve que, aun pasando por encima el tono, el contenido no es como para dejarlo de lado. Lástima grande que las verdaderas y naturales vecinas de Guerra, o sea, sus compinches femeninos de partido, le tengan tan largo de rienda, aunque sé que se me puede argumentar que la cruz que el valido les impone tiene más que ver con su incontinencia verbal que con una misoginia a ultranza.Sin embargo, si nos atenemos a las frases dichas, vemos que encierran toda una concepción sobre la estructura de la sociedad (los hombres, fuera; las mujeres, en el patio), sobre la valoración de los sexos (las vecinas -manos blancas- no ofenden), sobre la función del ama de casa (el cotilleo como actividad generalizada) y finalmente sobre las dotes intelectuales de las mujeres (el vicepresidente utiliza el femenino como indicador de la endeblez de los argumentos que desea descalificar).
Evidentemente, Guerra se limita. a utilizar frases acuñadas por la sociedad patriarcal. Las que debían conocer la trastienda del asunto -y de hecho la conocen- son sus camaradas feministas, que, no obstante, parecen más atentas a no caer en desgracia que a mantener unos límites irrenunciables de dignidad. Porque no es la primera vez que Guerra tira de la lengua de las feministas. Una cadena de radio comentó, con ocasión de la última remodelación del ejecutivo del PSOE, que el vicepresidente, para encomiar a una de las nuevas incorporadas, había dicho que era "el mejor hombre" que había conocido, sin que yo haya oído desmentidos ni condenas.
Siempre he creído que lo peor de los chistes machistas es su carencia de originalidad. Pero si el que los dice es el conde-duque de aquestos días, lo que me gustaría creer es que un vendaval de vergüenza recorre España.- Sacramento Martí. .
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