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Canonización de 117 beatos que murieron en Vietnam

Juan Arias

Juan Pablo II celebró ayer en la plaza de San Pedro una solemne canonización en masa de 117 beatos que fueron martirizados en Vietnam desde 1773 hasta 1862, de los cuales 11 eran españoles, todos dominicos y, de ellos, seis obispos.En la ceremonia participaron 8.000 vietnamitas, todos ellos exiliados, ya que el Gobierno de Hanoi no permitió el desplazamiento ni a los obispos ni a los fieles católicos de aquel país tras haber criticado la canonización como un gesto anticomunista que "deforma la historia, hiere a los no creyentes, toca la unidad nacional, daña las relaciones entre el Estado y la comunidad católica y crea un obstáculo al deseo vietnamita de tener relaciones de buena voluntad y de amistad con el Gobierno", según una información del diario de Hanoi Nhan Dan (El Pueblo).

El Gobierno de Hanoi ha protestado porque no quería que la cononización se hubiese celebrado ayer, 19 de junio, fecha en la que se conmemora la jornada de las fuerzas armadas survietnamistas derrotadas por los comunistas. Se había pedido al Vaticano que se cambiase la fecha para que no sonase a provocación, pero Roma respondió que se trataba sólo de algo puramente casual.

España estuvo presente en la ceremonia con una importante representación oficial del Gobierno. Además del embajador español ante el Vaticano, Jesús Ezquerra, estuvieron el ministro de Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero; y los presidentes del País Vasco, Asturias y La Rioja, José Antonio Ardanza, Pedro de Silva y Joaquín Espert, respectivamente. Así como Ricardo Zalacaín, director general de Asuntos Religiosos del Ministerio de Justicia.

Por parte de la Iglesia española acudieron varios obispos, pero ningún cardenal.

Entre los 11 mártires españoles figuraba un catalán que había sido miembro de la Academia de Bellas Artes, por lo que la Real Academia Española envió como representación a Martín de Riquer.

Mártires

De los 117 mártires conducidos ayer a la gloria máxima de los altares por el papa Wojtyla, 70 habían muerto decapitados; 22, estrangulados; 9, fallecidos bajo tortura; 5, cortados a trozos, y 6, quemados vivos. De los mártires, 96 era, vietnamitas y 10 franceses, más los españoles. Entre los vietnamitas seglares figuraba también una mujer.En su discurso, Juan Pablo II, respondiendo indirectamente a las críticas del Gobierno de Hanoi, dijo que dichos mártires habían defendido la libertad de la propia fe porque "no podían desobedecer al Supremo Soberano". Y que además habían "enseñado a respetar y a venerar a sus antepasados, según las costumbres de su tierra". El Papap señaló que la Iglesia de Vietnam desea "encarnarse en la cultura de aquel país, contribuyendo con fidelidad a la edificación de la patria".

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