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Detroit, con una dura defensa, ganó el cuarto partido e igualó la serie final de la NBA

Los Detroit Pistons ya saben cómo vencer en la final de la NBA: con la fuerza bruta. Un marcaje cerrado y violento el martes desequilibró por completo a los Lakers de Los Ángeles y les dio a los Pistons una victoria por 111- 86 en el cuarto partido, con lo que igualaron, 2-2, la serie. Si piensan repetir como campeones tendrán que seguir el ejemplo del base Magic Johnson, quien derribó a su mejor amigo, Isiah Thomas, mientras éste entraba hacia la canasta en el cuarto tiempo.

"Estamos jugando por el campeonato mundial", dijo Johnson. "Los dos comprendemos -dijo refiriéndose a Thomas-, bien el sentido de todo esto. Se que él me espera si entro hacia la canasta. Él sabe que yo también le estoy esperando".Thomas, quien jugó a pesar de sufrir una lesión en la espalda el domingo, afirmó que no estaba molesto. "No es para tomarlo en seno. Esta es nuestra profesión. Él dijo antes del comienzo de la serie que me iba a derribar si entraba hacia la canasta y me tiró cuando lo hice".

El gesto de Johnson llegó muy tarde, sin embargo. Los Lakers nunca recobraron su ritmo o la puntería. Fallaron 24 de 32 lanzamientos en la segunda mitad, cogieron 15 rebotes menos que los Pistons y se cayeron por completo cuando Johnson se vio obligado a descansar por faltas personales. Sin él en la cancha los Pistons anotaron 15 de 19 puntos para finalizar el tercer tiempo.

"Siempre he dicho que necesitábamos ser más agresivos en ataque y en defensa y por fin jugamos así", afirmó el técnico de los Pistons, Chuck Daly. "nos acordamos que fue nuestro estilo rudo y nuestra imagen de ángeles negros lo que nos llevó a las finales", dijo el alero John Salley. "Si hacemos una falta que sea de verdad".

El dilema de los Lakers

El dilema de los Lakers es frenar las entradas de los Pistons sin dejar de contraatacar. Johnson, que encestá 23 puntos, es el único de los Lakers que ha sobresalido en cada partido, pero él solo no puede con los Pistons. El alero James Worthy anotó sólo 7, 14 menos que el partido anterior. A. C. Green encestó 9, mientras el más corpulento de los Lakers, el pivot Michael Thompson se quedó en 6.La clave para los Pistons parece ser el alero Adrian Dantley, quien terminó con 27 puntos al encestar 13 de 15 tiros libres. Si la rotación de los Lakers falla al intentar detenerlo, todo se desmorona. Los Pistons intentaron 46 tiros libres y encestaron 36.

"No me voy a quejar", dijo el técnico de los Lakers, Pat Riley. "No merecíamos ganar. Su marcaje fue mejor y más agresivo. Mis jugadores sabían la importancia de este partido, pero Detroit estaba listo para hacer un gran esfuerzo".

El quinto partido es hoy, de nuevo en la cancha de los Pistons y los dos equipos juran que será otra gran batalla. El vencedor tomará una ventaja de 3-2, un detalle muy importante para los Pistons, ya que los dos últimos partidos serán en Los Ángeles.

"Nadie quiere jugar el sexto partido en desventaja, por eso pienso que este encuentro será el más duro y rudo de la serie", dijo uno de los aleros de los Lakers, Kurt Rambis. "Es importante que ganemos", afirmó el pivot de los Pistons, Bill Laimbeer. "No queremos ir a Los Ángeles con la obligación de ganar dos veces.

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