El caos domina las votaciones del V Congreso de CSIF

Las votaciones de las diversas ponencias presentadas en el V Congreso de CSIF (Confederación Sindical Independiente de Funcionarios) se produjeron en medio de un caos absoluto, que las hizo interminables, aderezadas con acusaciones de "caciquismo" hacia la organización por parte de un sector de los congresistas y el anuncio de varias asociaciones afiliadas al sindicato de que piensan abandonarlo de inmediato.

Los disidentes aseguran que representan al 75% de los funcionarios, mientras que la organización afirma contar con apoyo mayoritario entre el funcionariado. Los disidentes intentaron ayer boicotear las' votaciones y han decidido impugnar los acuerdos del congreso. Uno de su portavoces, Isabel Vázquez, de Fedeca (federación afiliada a CSIF que agrupa a 41 asociaciones, fundamentalmente de altos cargos), manifestó ayer a este diario que, además de Fedeca piensan abandonar CSIF los administritativos de la Administración del Estado, los funcionarios de prisiones, los de Defensa y así hasta un total de 31 asociaciones más.Julián Hidalgo, presidente de CSIF en Cataluña y uno de los organizadores del congreso aseguró que Vázquez le había ofrecido retirar la impugnación contra los acuerdos del congreso si era incluida en la candidatura que él avala con el cargo de vicepresidenta, extremo negado rotundamente por Vázquez.

La sesión de ayer se produjo entre gritos e insultos y hubo que recurrir a votación nominal. Durante un recuento de votos, uno de los asistentes, del sector disidente, intentó expulsar de la sala al fotógrafo de EL PAÍS e inició un conato de agresión que fue cortado por la Policía Nacional. El principal punto que enfrenta a los sectores del congreso es la apertura del sindicato a los no funcionarios, punto aceptado tras aprobarse los nuevos estatutos.