Un portavoz del obispo Lefebvre afirma que el acuerdo con el Vaticano está cerca

El acuerdo entre el obispo rebelde Marcel Lefebvre y el Vaticano está cerca, según se desprende de lo manifestado ayer por un portavoz de la Hermandad de San Pío X en la localidad suiza de Ecóne. "No hay ruptura, al menos por nuestra parte", declaró el citado portavoz, desmintiendo de esta manera los rumores que apuntaban a que los integristas de Lefebvre hubieran rechazado unilateralmente el pacto con Roma, suscrito en forma de principio de acuerdo el pasado 5 de mayo. El camino del cisma parece, tras estas afirmaciones, cerrado.

A pesar de este optimismo, en la Conferencia Episcopal Suiza existen reticencias hacia la paz con Lefebvre, que fue suspendido a divinis en 1976 por sus críticas al Concilio Vaticano II. Las declaraciones realizadas anteayer por el portavoz del episcopado helvético, Henry Schwery -"estamos a la espera de un acontecimiento que de todas maneras será una desgracia"-, resuenan todavía en medios eclesiásticos suizos. Schwery es obispo de Sion, diócesis en la que se encuentra Ecóne.La fórmula de asociación de vida sacerdotal que, al parecer, el Vaticano concederá a la hermandad de Lefebvre conlleva el hecho de que los miembros de ésta colaboren con los prelados de las diócesis en que residen. No es de extrañar, pues, que al obispo suizo de Sion no le entusiasme en exceso la idea de tener como colaboradores a los seminaristas y sacerdotes del arzobispo rebelde.

"No se trata de una cuestión de liturgia, sino de un problema doctrinal", ha agregado el presidente del episcopado suizo, que ha reconocido que la solución dada por el Vaticano para evitar el cisma "va a ser casi una catástrofe en la práctica pastoral, porque nosotros preparamos los bautismos con los padres, por ejemplo; y éstos mañana podrán elegir a un sacerdote de Ecóne, que liquidará la cosa en una hora y en latín". El cisma, en opinión de Schwery, se evitará, "pero será real".

En medios eclesiásticos suizos persiste el pesimismo, sea cual fuere el resultado del acuerdo entre los integristas y la Santa Sede. La derrota se producirá tanto si Lefebvre no acepta el preacuerdo del pasado 5 de mayo como si se produce el pacto y se integran en la Iglesia los rebeldes del obispo que fue suspendido a divinis por Pablo VI.

Nueva consagración

Seis o siéte prelados suizos de los 13 que componen la Conferencia Episcopal están considerados como próximos a la línea restauracionista, aunque incluso en este sector no todos ven con optimismo la solución del caso Lefebvre. Los miembros de la Hermandad de San Pío X, cuyo jefe espiritual se hallaba ayer en Francia, han reiterado que el 30 de junio Lefebvre consagrará un obispo pase lo que pase. La firma del acuerdo debe ser anterior a este hecho para que no se produzca el cisma tan temido por Roma. Mientras, algunos obispos suizos no acaban de dar demasiado crédito a la afirmación de que la Hermandad de San Pío X acepta el Concilio Vaticano II a la luz de la tradición.[Mientras esto sucedía en Suiza, el Vaticano continuaba manteniendo silencio oficial sobre la posible ruptura del acuerdo alcanzado el pasado 5 de mayo. La Santa Sede no pierde la esperanza, según fuentes vaticanas, de llegar a un acuerdo definitivo, "por lo que sigue trabajando en esa línea, y mientras tanto calla", informa Efe].

[Por otra parte, la Comisión para la Doctrina de la Fe del Episcopado Español ha considerado inaceptable la corriente integrista y el método de la teología progresista, según el informe técnico sobre "algunos aspectos de la situación doctrinal de la Iglesia en España". El informe ha sido elaborado por la comisión episcopal, que preside el obispo de Segovia, Antonio Palenzuela.]