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LA CAMBIANTE ESCENA DE EUROPA

Normalidad en El Pardo

Andrés Ortega

Varios altos cargos españoles echaron en falta alguna pancarta de "Otan, no". Pero la noche que ayer ofreció en el madrileño palacio de El Pardo el presidente del Gobierno a los asistentes al Consejo Atlántico vino a marcar la normalización de las relaciones de España con la OTAN.Claro, que no todos los extranjeros presentes en la cena sabían quien había ocupado en otros tiempos ese palacio. Lord Carrington sí parecía recordarlo. El secretario general de la OTAN habló con una voz emocionada en lo que fue su última cena con los ministros de la Alianza. Respondió a Felipe González con un discurso muy atlántico, salpicado con algún chiste típicamente británico. E incluso habló de los F-16 al considerar un ejemplo de la fortaleza y la cohesión de la Alianza el que el ala táctica 401 de EE UU, actualmente en Torrejón, se vaya a seguir manteniendo en el Flanco Sur de la OTAN.

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Todo ha sido realmente normal. ¿Realmente? Lo normal habría sido que se hubiera llegado a esta reunión con las directrices completadas sobre los acuerdos de coordinación militar entre España y la Alianza. Carrington señala que las propuestas siguen en estudio en el comité militar. Por parte española se indica que se están estudiando en las capitales, y que, en todo caso, no había prisa. Pero ayer varias de las delegaciones extranjeras se sintieron decepcionadas de que las directrices no estuviesen listas. Son varios los países de la OTAN, y de la UEO, que quieren realmente que España haga algo más por la defensa de Occidente que defender su propio territorio.

"España se creía que con asentar su ingreso en la OTAN iba a recibir el aplauso general. Aplauso ha habido. Pero ahora hay que ir a algo más" señalaron medios atlánticos.

Por lo demás, la reunión transcurrió sin incidentes. Los ministros almorzaron con el Rey y sus esposas comieron en el mesón de Cándido, en Segovia.

El francés Roland Dumas se marchó ayer rápidamente para proseguir la campaña electoral por su escaño en Dordogne. El ministro griego no vino, y mucha gente se preguntó por qué el italiano Giulio Andreotti no había acudido a la cita. ¿Cansancio, como señaló la versión oficial?

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