"No me arrastraré por seguir en el equipo

Juan Carlos Arteche, 31 años, se resiste a abandonar el Atlético de Madrid por la puerta falsa después de 10 años en el club. El jugador santanderino, símbolo de la fuerza y entrega e ídolo de una afición, ha sido declarado transferible, pese a que aún le restan dos años de contrato. Jesús Gil y Jose María Maguregui, presidente y entrenador del equipo, no lo quieren, aunque a última hora podrían rectificar. El jugador contra en ellos pese a la amarga experiencia de la temporada pasada y espera seguir en el club, "pero, para ello, no me arrastraré a estas alturas de mi carrera", confesó el jugador.

Pregunta: ¿Le preocupa su situación de transferible, un despido en toda regla?.Respuesta: No estoy preocupado, aunque a nadie le gusta que le quieran transferir. Quiero seguir en el Atlético de Madrid en las condiciones que me corresponden y que tengo firmadas. No acepto otra situación. No es cuestión de dinero, sino de moral. No puedo entrar en una baraja de jugar determinado número de partidos para ganarme lo que me merezco. Llevo jugados en el Atlético unos 500 partidos, de los que más de 44 corresponden a la pasada temporada. Moralmente no tengo por qué aceptar la contraoferta que me han hecho de rebajarme la ficha a lo que ganaba a principio de la pasada temporada, a 10 millones de pesetas, y mantenerme los 22 estipulados en mi actual contrato si juego la próxima un mínimo de 40 partidos. No tengo por qué arrastrarme a estas alturas.

P: ¿Se fia de la palabra de su presidente?

R: Me fio de mis posibilidades. Es muy fácil hablar mal del presidente. Pero el Atlético está por encima de todos nosotros. Los aficionados me han demostrado que me quieren y este detalle me hace confiar en que puedo seguir en el equipo. De todos modos no tengo la seguridad de que continuaré en el Atlético porque estoy transferible. Lo que voy a hacer es pelear por seguir en el equipo. Todo depende del presidente. No descarto jugar la próxima temporada en otro club. Tengo una carta del Atlético en la que me dice que dispongo de vacaciones hasta el 15 de julio. Ese día estaré en el Vicente Calderón, en la presentación del equipo, lo que no quiere decir que vaya a seguir en este club.

El fracaso de capitán

P: Jesús Gil ha dicho que ya no vale ni para cabo.R: En el fútbol eres capitán o soldado raso. Si continúo en el equipo, lo haré como soldado raso. El capitán tiene unas órdenes que cumplir en el equipo y como tal he actuado ante mis compañeros, aunque posiblemente no como quería el presidente. Un capitán tiene que estar siempre al lado de los jugadores. A algún compañero le he tenido que decir que no se portaba bien. Se lo he dicho como amigo. No tengo por qué enfrentarme a los compañeros. El capitán no dirige un equipo.

P: ¿ Se da por aludido cuando el presidente dice que en el vestuario del equipo no quiere jugadores viejos y maleados ?.

R: No me considero viejo. Soy una persona con la suficiente experiencia para no malear a nadie. No tengo que defenderme de nada. No me arrepiento de haber sido capitán, aunque puedo haberme equivocado. Es posible que haya pagado un precio demasiado caro por ese cargo. Si no hubiera sido capitán, seguro que en estos momentos no me encontraría en esta situación. Me correspondió ser capitán, como jugador más veterano, y lo acepté. El presidente confió entonces en mí. Ahora me ha retirado la confianza. Puede que le haya fallado como capitán.

P: ¿Está a punto de salir del Atlético por la puerta de atrás?.

R: Quisiera acabar mi vida deportiva en el Atlético. Salir ahora del club sería hacerlo por la puerta de atrás. Sería una desilusión.

P: También está la famosa nota de toda la plantilla contra su presidente.

R: Gil me ha dicho que esta nota nada tiene que ver para considerarme transferible. Si así fuera, tendría que haber echado a todos los jugadores.

Socio del club

P: Como socio del club ¿votó a Gil?R: Voté en las pasadas elecciones. El voto es secreto y pienso mantenerlo así. Supongo que continuaré siendo socio del Atlético. No tengo por qué darme de baja.

P: ¿ Fue un internacional improvisado, a los 29 años?

R: He llegado a ser internacional, pese a los muchos defensas centrales que hay en el fútbol español. Confiaron en mí y tengo que estar agradecido al seleccionador nacional, Miguel Muñoz, por los cuatro partidos internacionales que jugué. Ha puesto mi granito de arena para que España puedar estar ahora en la fase final de la Eurocopa, en la República Federal de Alemania, después de marcar un gol a Albania y participar en otro que se consiguió ante Rumania. Después tuve mala suerte al lesionarme y no estar esta temporada en perfectas condiciones. Si no hubiera sido así, ahora estaría en la Eurocopa. Si Goikoetxea y yo hubieramos estado bien, ahora seríamo titulares en la selección.

P: ¿A qué se debe su mala imagen de jugador leñero y duro?

R: A mis principios como futbolista. Es un sambenito. Pero con el tiempo he demostrado que no me corresponde esa imagen. Cada uno tiene su forma de jugar. No rehuyo el choque y la fuerza, que para eso la tengo. Pero hay delanteros que provocan, escupen y lesionan, y defensas que hacen lo mismo. Me recuerdan un encontronazo con Maceda. Dicen que le rompí el pómulo y a los tres días estaba jugando. A mi compañero y amigo Ruiz, cuando estaba en el Atlético, sí le rompieron un pómulo, y no quiero decir quién. A otro compañero, a Balbino, lo sucedió otro tanto. Tuve un encontronazo con Álvarez, del Sevilla, y se le desvió el tabique nasal. A mi me desviaron el tabique nasal a los 17 años y por eso tengo torcida la nariz. Tengo cicatrices y no porque me haya dado en los postes de las porterías. Se habla de violencia y dureza en el fútbol. Pero cada día existe menos. Hace 10 años si existian jugadores violentos.