Senderos de una infancia eterna
Jaime Chávarri realizó El río de oro, una coproducción hispanosuiza, en 1986, después de dos adaptaciones de prestigio y de encargo: Beam, de la célebre y magnífica novela de Lloreno; Villalonga, y Las bicicletas son para el verano, de la pieza teatral de Fernando Fernán Gómez. Dos adaptaciones estupendas por lo que en ellas había de eficacia en su puesta en escena, belleza plástica, lujo estelar y otras cualidades. Se aceptan defensores y detractores de ese tipo de cine de alta peluquería y lencería finísima que tantas camadas ha lanzado estos últimos diez años en el panorama de nuestro cine. Sin embargo, lo que sí está claro, o debería estarlo, es que un buen director de cine debe demostrar su capacidad mas allá del servicio a la literatura, por su propio medio, en su medio, y sin miedo.Chávarri lo ha demostrado en Los viajes escolares, en El desencanto, y en A un dios desconocido -y estas dos últimas, que presentan un poderoso discurso sobre la literatura sin necesidad de ser adaptaciones, son de lo más importante del cine español de la década del cambio- y lo vuelve a demostrar en El río de oro. Por lo menos, demuestra ser capaz de plantar cara al monstruo del riesgo, pues no otra cosa que un riesgo es esta película cuyo tema es la infancia eterna, el rescatar a la niñez del tiempo implacable que avanza.
El rio de oro, 22
30; SteWe, 3.50; La dama dwen&, 7.20. Todas por TVE-1.
Enigmático personaje
Se trata de la historia de una familia -marido, mujer y tres hijos- que va a pasar sus vacaciones a una idílica casa junto a un río, donde ya habían estado unos años antes, y del reencuentro allí con el enigmático Peter -un amigo de la infancia de la mujer-, ahora también casado con una extravagante actriz -papel que Francesca Annis, actriz que el aficionado siempre recordará por su lady Macbeth en el Macbeth de Polanski, borda a a la perfección; ella es lo mejor de un reparto cosmopolita-, y que intenta por todos los medios, desesperadamente, borrar su caracter adulto y aún el de los demás, en una lucha contra el paso de los años y su efecto más poderosos, vejez al margen: la nostalgia. Es, claro está, una lucha estéril, condenada al fracaso a ojos ajenos pero no a los de nuestro protagonista, esforzado e idealista hombre-niño a la busqueda del país de Nunca Jamás. Una particular mirada a Peter Pan resuelta por Chávarri a base de solemnizar el tema y el ritmo hasta el punto de agotar al espectador a menudo, pero tambien meritoriamente expuesta a través de un clima poético y sugestivo -muy bien la fotograria de Carlos Súarez- y un cierto aire romántico fácilmente contagioso.
Por lo que hace a los otros dos filmes que emite TVE, Stevi e es un inédito y británico biopic sobre la poetisa Stevie Smith , con reparto de lujo (Glanda Jackson, Mona Washbourne, Alec McCowen, Trevor HoNvard ... ) y La dama duende, la curiosa adaptación de una obra de Calderón.
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