Emilio Sanchez dejó escapar el tren de las semifinales de Roland Carros ante el sueco Mats Wilander
Mats Wilander (Suecia, cabeza de serie número 3) acabó ayer con la buena racha de la familia Sánchez Vicario en el torneo de Roland Garros, en París. Wilander derrotó en cuartos de final a Emilio, el mayor de los tenistas de la familia, por 6-7 (5-7), 7-6 (7-3), 6-3 y 6-4 en 3.59 horas. También ayer, Ivan Lendl (Checoslovaquia, 1) completó su victoria sobre John McEnroe (EE UU, 16) por 6-7 (3-7), 7-6 (7-3), 6-4 y 6-4. Hoy se jugarán las semifinales femeninas, Graf (RFA, 1)-Sabatini (Argentina, 4), y Zvereva (URSS, 12)-Provis (Australia), y dos partidos de cuartos de final masculinos, Lendl-Svensson (Suecia) y Leconte (Francia, 11)-Chesnokov (URSS, 14).
La eliminación de Emilio y el final de la gloria efímera de los Sánchez Vicario en París dejó un mal sabor de boca a los integrantes del clan familiar. Como le sucedió el martes a Arantxa, Emilio dejó pasar ayer varias oportunidades de ganar. Mantuvo su excelente nivel de juego, quizá en su mejor participación en Roland Garros, pero falló en los puntos realmente importantes. Esa fue quizá la única diferencia ayer entre Wilander y Emilio, entre el número 3 y el 15 del mundo. Emilio sigue careciendo de la serenidad de espíritu necesaria para jugar al ciento por ciento los puntos decisivos. Esa debilidad le costó ayer la eliminación cuando ya olía las semifinales.Comienzo espectacular
El inicio de partido de Emilio fue realmente espectacular. En seguida se colocó con una ventaja de 5 a 1. Servía con fuerza no dudaba en subir a la red a volear, y mostraba una gran lucidez desde el fondo de la pista Wilander estaba desbordado, y Emilio parecía llevar un turbo en su raqueta. "Hacía mucho tiempo que no había corrido tanto", dijo después Wilander. Pero de repente, presionado quizá psicológicamente por la necesidad de ganar un juego más para completar el set, Emilio se frenó en seco. Del turbo pasó a los pedales, y Wilanderfue ganando juego tras juego. Emilio aún tuvo fuerzas para ganar el set en una muerte súbita mal jugada por Wilander.
Pero fue en la segunda manga donde Emilio dejó escapar el partido. De nuevo con el turbo, el español se colocó con una ventaja de 4 a 1. Wilander trataba de ralentizar el ritmo, pero Emilio soltaba el brazo y aceleraba los golpes sin timidez. Era la única forma de ganar a un Wilander que ya conoce por dos veces la victoria en Roland Garros (1983 y 1986). Pero el español volvió a bajar la guardia y falló otra vez a la hora de entrar a matar. Llegó a dominar por 5 a 2, y camino de otra muerte súbita desperdició tres pelotas de set. Esta vez Wilander no dejó escapar el tie break.
La agonía de Emilio se alargó dos sets más. Perdió el tercero por 6-3 y dejó escapar otro tren de la semifinal cuando cedió su ventaja de 4 a 2 en el cuarto. "Cuando juegas con uno de los mejores jugadores del mundo", dijo luego Emilio, "no puedes dejar escapar las oportunidades de que dispones porque no te va a conceder muchas más".
La lección de Lendl
Antes del partido entre Wilander y Emilio, Ivan Lendl le dio una pequeña lección a John McEnroe en su partido de octavos de final, aplazado el martescon empate a un set y 4 a 2 para el checo en la tercera manga. Lendl completó su victoria en un tiempo de juego de 3.54 horas, con dos 6-4 consecutivos. Lendl sobre todo mejoró en su servicio y apenas cedió un punto a McEnroe con su saque en el cuarto set. La despedida de los jugadores fue espectacular. Mientras McEnroe respondía a los aplausos levantando sus brazos, Lendl, un número uno menos carismático de lo que fue el norteamericano, era silbado por el público. McEnroe tenía ayer una explicación para este fenómeno: "Esto es como el vino. Cuanto más viejo es más lo aprecias. Y los franceses saben mucho de vino".
McEnroe, para alegría de sus seguidores, ha anunciado quejugará en Wimbledon, donde su falta de fondo físico no será tan importante como en París.
Debido a la lluvia, hoy se unirán dos cuartos de final masculinos a las semifinales femeninas. Mientras Lendl es claro favorito ante el sueco Svensson, en el partido entre el francés Leconte y el soviético Chesnokov el pronóstico no es tan fácil.
Las semifinales femeninas son muy distintas. La mayor de las cuatro clasificadas, es Steffi Graf, con 19 años. La incógnita rodea el pronóstico del partido entre la soviética Natalia Zvereva (17 años) y la australiana Nicole Provis (18), la ganadora de Arantxa. La otra semifinal enfrentará a Graf y a la argentina Gabriela Sabatini (18).
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