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Alfredo Aguilar

Un biotecnólogo que apuesta por la Europa de los científicos

Se define como una mente inquieta, un hombre atraído por los ambientes cosmopolitas, un científico al que no le disgusta mudar de ciudad de residencia "para atisbar nuevos horizontes". Alfredo Aguilar, madrileño de 37 años, es el único biotecnólogo español en la Comisión de Comunidad Europea (CE). "Tal vez sea una utopía" dice, "pero en Bruselas nos proponemos crear la Europa de los científicos".

Estudió la carrera de Ciencias en la Universidad Complutense de Madrid y realizó el doctorado en la Autónoma, bajo la dirección del fallecido bioquímico Carlos Asensio, de quien afirma que 'Fue un gran científico, un espíritu imaginativo, siempre pendiente de las nuevas generaciones de investigadores".Después de pasar dos años en Inglaterra, becado por la Organización Europea de Biología Molecular, se traslada a la universidad de León como profesor titular de microbiología. "De mis cinco años en esta ciudad guardo muy buenos recuerdos, y además allí han nacido mis dos hijos. Pero con el ingreso de España en la CE me seducía la idea de irme a Bruselas, y solicité la plaza en la Comisión de la CE como especialista en biotecnología", explica.

Desde 1986 es el único biotecnólogo español que existe en este organismo, y desde Bruselas, confía en la creación de la Europa de los científicos. "Sin competir con los programas de biotecnología de los países miembros", señala, "tratamos de fomentar la investigación en este campo, entre otras cosas concediendo becas y facilitando el intercambio y las relaciones entre todos los investigadores en biotecnología europeos".

Alfredo Aguilar viajó recientemente a Madrid para explicar a los científicos españoles las líneas del Programa de Acción en Biotecnología de la CE, "con el fin de que tengan toda la información necesaria para que pue dan beneficiarse de las becas y otras ayudas que esta iniciativa ofrece". Se muestra muy satisfecho del nivel que España tiene en esta especialidad de las cien cias biológicas, "perfectamente equiparable al que hoy existe en la comunidad científica internacional".

Dice que Bruselas es una gran torre de Babel en la que predominan el inglés y el fran cés. Pero advierte que ahora se está poniendo muy de moda el español y que muchas personas están estudiando la lengua. "Existe un gran interés por todo lo de nuestro país, y todos los investigadores que viajan a España, y concretamente a Madrid, regresan a Bruselas encantados".

"Es asombrosa la facilidad que allí tienen para las lenguas. Los belgas acaban el bachillerato dominando tres idiomas. Se respira por todas partes esta inquietud: en la calle, en el trabajo, en las escuelas y a través de los más de 20 canales de televisión", añade.

Una de las cosas que más atraen a Alfredo Aguilar de Bruselas es su "exquisita cocina, y sobre todo las patatas fritas". Asegura que en toda su vida ha degustado este tubérculo como allí lo preparan, e ignora,cuál es el secreto, aunque piensa que se debe en gran parte a su forma de cultivarlo.

Comer en Bruselas fuera de casa es tan frecuente, según cuenta, que "es la segunda ciudad europea, después de París, de mayor densidad de restaurantes, y contrariamente a lo que se cree, muchos de ellos no son nada caros".

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