Símbolos y democracia

C. Y., El general Miguel Íñiguez fue durante años, en plena transición democrática, colaborador de Manuel Gutiérrez Mellado, a quien califica de "hombre extraordinario" que sufrió "una incomprensión que no tenía sentido alguno". Esa etapa hizo que Íñiguez fuera criticado en su día por los militares más conservadores.

Para Miguel Íñiguez, sin embargo, esa opinión "es un tópico que también pertenece a una página pasada de la historia" y, de hecho, asegura que, como jefe del Ejército, ha visitado todas las guarniciones y hablado con todos los cuadros de mando, pero nadie le ha faltado al respeto en ningún momento

El general asegura que se ha dado un salto de gigante" en las relaciones entre Ejército y sociedad civil. Al recordarle que los militares usan en sus uniformes de gala la banda de la victoria (símbolo de la guerra civil) y que algunos tienen en sus despachos fotos de Franco, afirma: "España es hoy un país democrático. No hay más que un jefe del Estado, que es el Rey".

Agrega que la banda es un elemento más de la uniformidad reglamentaria, pero que ahora se estudian nuevas normas al respecto. "Hoy está, pero puede no estar mañana, en la búsqueda de una mayor funcionalidad de los uniformes". Para el general, las fotografías de Franco -él no tiene ninguna en su despacho- pueden tener relación con el compañerismo o la tradición. "Mire, de verdad, mientras sea el retrato del Rey el que presida los despachos, como ocurre, y los mandos se dediquen a realizar cada día mejor su trabajo, yo no me preocuparé de algo que no es hoy lo más importante".

Íñiguez asegura que el peor momento pasado como jefe del Ejército fue la jornada vivida en Zaragoza tras el atentado realizado contra un autobús de la Academia Militar, en el que fallecieron 2 militares.