Nestlé logra el visto bueno para comprar la británica Rowntree

El Gobierno británico anunció ayer que no va a remitir a la comisión antimonopolios la oferta pública de adquisición de 2.100 millones de libras (unos 450.000 millones de pesetas) realizada por Nestlé al fabricante inglés de chocolatinas Rowntree. La decisión gubernamental va a desencadenar una carrera multimillonaria entre Nestlé y su rival Suchard, que supone la absorción de Rowntree por los suizos. Al Gobierno se le acusó ayer de antipatriótico y de asesino regional en un debate parlamentario.

Suchard, que en un plazo de dos meses ha pasado del 2,7% al 29,9% de Rowntree, en su afán por convertirse el líder europeo del sector, anunció ayer que está dispuesta a subir hasta los 940 peniques por acción la oferta que Nestlé ha dejado, en principio, en 890. El gigante suizo del sector de la alimentación, que no es tan grande en el sector del chocolate, ya ha anunciado que está dispuesto a elevar esta OPA.

Nestlé tiene ahora el 16% de Rowntree, y la carrera entre los dos suizos supone el fin de la firma de York (fabricante de Kit Kat, After Eight, Quality Street y Smarties) como entidad independiente, lo que ayer provocó escenas de alta emocionalidad en el Parlamento. Lord Young, ministro de Industria, dijo que el Reino Unido no debía emplear "el escudo del patrioterismo" para oponerse a la oferta. La oposición laborista acusó al Gobierno de traicionar a la industria británica, y desde las propias filas conservadoras hubo quien tachó a los ministros de "asesinato regional", al entregar a intereses extranjeros una firma de solera en el norte de Inglaterra, que da trabajo a 12.500 personas en todo el país. Uno de los argumentos esgrimidos contra la decisión gubernamental es que las leyes suizas protegen a las compañías helvéticas de este tipo de ofertas hostiles.