Huelga antes del ataque
J. Y., Los 32 trabajadores del Barcelona permanecieron en huelga legal desde el 18 de enero hasta el 22 de abril de este año, con el barco fondeado frente a la costa de Egipto, entre otras reivindicaciones porque pedían un suplemento económico por tener que trabajar en zona de guerra.
Los 32 trabajadores fueron despedidos por desobediencia al capitán y la naviera alegó la existencia de un motín a bordo para conseguir que la policía egipcia desalojara a los trabajadores. Los marineros, sin embargo, tendrán que ser readmitidos, ya que la Magistratura de Trabajo número 23 de Madrid ha declarado radicalmente nulos los despidos.
Durante la huelga, el consulado español, a petición del Instituto Social de la Marina, tuvo que abastecer de comida y agua a los tripulantes, ya que el consignatario no lo hizo (ante el juez, alegó que se lo estaba pensando). El consulado inspeccionó el barco y constató la situación de hueíga, pero no el supuesto motín.
Los trabajadores, a través del sindicato UGT, tienen presentada una querella contra los armadores, que se tramita en el Juzgado de Instrucción número 21 de Madrid, por delito contra la libertad y, seguridad en el trabajo y por limitación en el derecho de: huelga. La naviera, por su parte, se querelló contra la tripulación por presunto delito de sedición, pero el Juzgado Central de Instrucción número 5 no la ha admitido a trámite, por el momento.
La empresa consiguió, una vez desalojados los tripulantes, que ocho marineros del Aragón, con el capitán y un jefe de máquinas, descargaran el crudo en Egipto y que, con nueva tripulación, el Barcelona cargara combustible en el golfo Pérsico, donde fue hundido el sábado.
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