Dos sectores del PSOE vasco afrontan igualados el congreso

A un mes escaso de la celebración del quinto congreso de su partido, convocado para los días 10 al 12 de junio en San Sebastián, los socialistas vascos se encuentran divididos prácticamente en dos mitades. Una apoya para la secretaría general al vicepresidente del Gobierno vasco, Ramón Jáuregui, y otra desea elevar a la máxima responsabilidad al secretario de Vizcaya, Ricardo García Damborenea. Las fuerzas están tan igualadas que la mayoría de uno u otro sector depende de una impugnación contra la elección de delegados en Sestao, donde fueron anuladas por una cuestión de tamaño y formato tres papeletas que darían la victoria al sector critico que encabeza García Damborenea. De la trascendencia del congreso son conscientes ambas corrientes. El Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) se ha convertido en la única organización de ámbito no estrictamente vasco con una presencia electoral y política considerable en la comunidad autónoma de Euskadi. Su dirección y su talante tendrán fuerte influencia en los próximos años frente a problemas como el diálogo con ETA y el final de la violencia terrorista, la normalización del País Vasco y el asentamiento de su mapa político y el desarrollo de las instituciones autónomas. El riesgo de que se reproduzca el desarrollo del cuarto congreso, celebrado en abril de 1985, con dos listas enfrentadas intentando ocupar la ejecutiva, parece elevado. En aquella ocasión, Txiki Benegas y Juan Manuel Eguiagaray fueron elegidos secretario y vicesecretario general, respectivamente, con un 54,7% de los votos, mientras la candidatura de García Damborenea obtenía el 42,3%, tras haber rechazado su integración en una lista única. Benegas, secretario de organización del PSOE, es ahora candidato a la presidencia en la lista de Jáuregui, y Eguiagaray aspira a seguir en el mismo puesto que ocupaba. Las dificultades para integrar la organización de Vizcaya en la dirección del PSE-PSOE son antiguas y responden a diferencias de tradición y de estilo políticos. Los socialistas de Vizcaya cuentan con más de 3.600 afiliados, más del 60% del total, y se apoyan en una UGT relativamente fuerte, mientras en Guipúzcoa el sindicato socialista sólo alcanza el cuarto puesto, por detrás del nacionalista radical LAB. García Damborenea, médico, madrileño de 48 años, es la figura que cataliza el enfrentamiento interno. Adorado por sus seguidores de Vizcaya, animador del partido en los tiempos negros del hundimiento electoral, representante de la línea más dura de confrontación con la política de los nacionalistas, acusado por sus rivales de mantener siempre viva la llama de la división de los vascos en dos comunidades diferenciadas por su origen, su exclusión personal de la nueva ejecutiva parece haberse convertido en el objetivo prioritario de la corriente oficial. Ramón Jáuregui, abogado, donostiarra de 40 años, es considerado el hombre clave del diálogo con los nacionalistas y la baza más segura en el ftituro para la carrera a Ajuria Enea, sede de la presidencia del Gobierno vasco. Su capacidad para intentar una lista única de consenso antes del congreso se encuentra muy limitada por la decisión de la ejecutiva saliente de considerar innegociables, además del suyo, los puestos de Benegas y Eguiagaray.