Astología, ciencia y superstición

Quisiera aportar una pequeña. matización tomando como excusa lo que se ha hablado y escrito en estos días sobre las consultas que Ronald Reagan ha estado haciendo a los astrólogos.Como casi siempre que se menciona la palabra "horóscopo" o "astrología", el profano cae en el error, al escuchar estos términos, de discutir la cientificidad de esta rama ancestral de conocimiento. La astrología tiene una parte de ciencia porque en la interpretación de una carta natal, la inspiración y la claridad mental juegan un papel importantísimo que hace que el consultor llegue eficazmente, con la información extraída de las posiciones planetarias, a aquello que es de significación para el consultante. Pero lo más importante es que la astrología es, en mayor proporción, una disciplina que, practicada con equidad, puede llegar a proveer al individuo de una visión de sí mismo y del mundo mucho más atinada, flexible y relativa. Cada vez más la astrología es tomada como una terapia, tal como lo pueden ser el análisis transaccional, el psicoanálisis, practicar un deporte o leer un buen libro.

La astrología no puede ser clasificada por lo que habitualmente conocemos como ciencia porque no se puede aislar y encerrar en un laboratorio. Tampoco es del todo un arte, porque sigue una serie de leyes bien establecidas. Y el efecto terapéutico depende directamente de las sanas intenciones de quien quiera acceder a su estudio.-