El Banco de España no quiere que el Deutsche Bank tenga la mayoría del Comercial Transatlántico
La mayoría del capital del Banco Comercial Transatlántico está formalmente en manos de dos entidades financieras alemanas, según comunicó la semana pasada el presidente de la entidad, Demetrio Carceller, al gobernador del Banco de España. Los bancos alemanes son el Deutsche Bank y un banco propiedad de un grupo de cajas de ahorro. Las autoridades monetarias nacionales recibieron la noticia con notable enfado y explicaron que una operación de ese tipo no podía hacerse sin el consentimiento previo del banco emisor y que habría que estudiar la forma de deshacer la operación.
El jueves de la semana pasada Demetrio Carceller Coll, hasta entonces presidente del Banco Comercial Transatlántico, mantuvo una entrevista con Mariano Rubio, gobernador del Banco de España, solicitada previamente. En el Banco de España se pensó que la entrevista estaría relacionada con algún hipotético problema de la entidad y por ello junto al gobernador estaba presente Miguel Martín, director general encargado de la inspección y supervisión bancaria. Pero la realidad era otra. Carceller le anunció al gobernador que, después de dos años de escarceos y conversaciones, había procedido a vender a un banco alemán un paquete de acciones del 11 % que, sumado al que tenía en ese momento el Deutsche suponía la mayoría del capital y que él había dejado de ser el elemento de equilibrio entre las participaciones y dejaba el banco.Mariano Rubio, según fuentes cercanas a algunos de los asistentes a la reunión, cortó en seco la discusión señalando que el Deutsche Bank había excedido la confianza depositada por la autoridad monetaria en él al realizar una operación financiera sin su consentimiento, máxime cuando desde hace varios meses se ha dejado claro que el Banco de España no quiere que bancos extranjeros compren una red de oficinas en España. Aunque el segundo banco que ha adquirido el 11% de acciones que tenía la familia Carceller -aún poseen un 15%- está formalmente fuera de la órbita del Deutsche Bank en medios del propio Comercial Transatlántico y del sector financiero no se duda que detrás acabará apareciendo el banco que lleva varios años tratando de hacerse con el control.
De hecho, en conversaciones privadas, Carceller podría haber reconocido que la negociación para la venta de parte de su participación se ha llevado directamente con personas del Deutsche. Además, existe una opción de compra por el resto de su participación que deberá materializarse en tres meses y que, de no llevarse a cabo, supondrá que el banco alemán pagará una cierta cantidad a Carceller.
Pérdida de confianza
El problema aún no ha estallado aunque se ha vulnerado la cuota máxima de participación extranjera en una entidad financiera sin autorización expresa, porque son dos los bancos que, juntos, poseen la mayoría del Comercial Transatlántico. Pero ya se ha hecho saber "que se ha perdido la confianza que se tenía en el Deutsche y que nadie podía pensar que una institución de ese prestigio pudiera acabar tomando una decisión en contra de lo hablado con el Banco de España".El banco alemán y las autoridades económicas habían llegado a un acuerdo por el que podían adquirir hasta el 40% del Comercial Transatlántico pero no más. La operación hecha pública por Carceller vulnera ese acuerdo y, sobre todo, hay que tener en cuenta el compromiso de compra del resto de las acciones. En algunos medios se apunta que los responsables del Deutsche tenían pensado cambiar el nombre de la entidad a finales de este año.
El problema trasciende la operación concreta, puesto que se ha realizado de espaldas al Banco de España, poco antes de que se apruebe la ley de infracciones.
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