Condenado a dos meses el policía de Valencia que cobraba a dueños de clubes de alterne

El subcomisario de policía Miguel Herrero y los cinco dueños de clubes de alterne que lo sobornaron para evitar el cierre de sus locales han sido condenados a dos meses de arresto cada uno por la Audiencia de Valencia. La condena incluye una inhabilitación de seis años a Herrero para ejercer su profesión y una multa de 1.500.000 pesetas, cantidad que cobró de los cinco propietarios de prostíbulos. Estos han sido multados con 300.000 pesetas cada uno.

El tribunal declara probado que el subcomisario participó en la primavera de 1985 en el cierre de varios locales del barrio chino de Valencia al ejecutar una orden judicial. "Conocedor de la inquietud que ello había producido a ciertos propietarios de bares y clubes de otras zonas, y con el propósito de obtener una ganancia indebida," solicitó dinero de los regentes de cinco locales de alterne.Herrero, según el tribunal, les enseñó a los cinco propietarios un papel supuestamente oficial en el que se recogía la orden judicial de cierre de sus locales y les dijo que si le pagaban 300.000 pesetas cada uno podía paralizar el cierre. Los cinco pagaron y han sido condenados ahora como autores de un delito de cohecho activo.

La primera denuncia de los hechos fue una llamada telefónica anónima al entonces jefe superior de policía, Carlos Gómez de Ramón, más de un año después de ocurrir los hechos. Los implicados, excepto Herrero, fueron llamados a declarar, confirmaron la llamada telefónica y denunciaron los hechos ante el juez. Estos propietarios de clubes son Moukhaiber Haidar, Sabah Mounah -ambos libaneses-, Francisco Soriano, Enrique Luz y Pedro Leal.

El juez Guillermo Forteza cerró pocas semanas más tarde los locales y procesó a sus propietarios, que fueron absueltos por la audiencia de delitos relacionados con la prostitución. La audiencia autorizó la reapertura de los clubes. También fue Forteza quien instruyó el sumarlo por el cohecho ahora sentenciado.

La sentencia reconoce la existencia de contradicciones entre las declaraciones de los cinco propietarios de clubes, aunque las atribuye al tiempo transcurrido y a la "espontaneidad narrativa". Habla de "ciertas omisiones acaecidas" durante la investigación policial de los hechos.

Maniobras ambiguas

El tribunal afirma que Miguel Herrero, de 47 años, se defendió alegando "presuntas amenazas o maniobras de desprestigio por parte de ciertos compañeros de la policía, en un plano de ambigúedad, sin aportación de datos concretos".Los magistrados fundan su sentencia no sólo en la declaración de los procesados, sino también en los movimientos de cuentas bancarias de Miguel Herrero, que no pudo explicarlos de forma convincente, y condena al subcomisario por un delito de cohecho "en forma continuada".

Los seis implicados ya permanecieron en prisión preventiva durante 13 días por decisión judicial, al comenzar a tramitarse la causa.