Para después de la feria

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colonialismo que padecemos Les explico el tema a modo de ejemplo:

Suena el teléfono días antes del festejo en un despacho de cualquier gerente de delegación en un polígono store-calonge-carretera amarilla -Monsalve-aeropuerto cualesquiera. Llama el director general desde Madrid: "Oiga, Rodríguez, ¿tiene solucionado mi tema?". "No se preocupe", responde Rodríguez, "don Antonio, ya tiene reservada habitación para usted y su señora; lo de su suegra y los niños está solucionado, se quedarán en casa y no hay compromiso de ninguna parte...".

No hace falta añadir que el su sodicho señorito va a la caseta de su sucursal-delegación en Sevilla, donde encontrará todo tipo de atenciones, reverencias y, eso sí, muy buenos palmeros, porque el mozo y su troupe tienen que practicar in situ, en la cuna de las sevillanas, lo que aprendió en la academia, al compás de las pal mas de sus anfitriones y nativos sevillanos.

Todo esto que nos está pasando con nuestra fiesta y nuestro folclor no es sino un efecto exten sivo de la coyuntura político-económica andaluza. Somos una gran delegación-almacén de seis millones y pico de votantes-consumidores. Para tocar el sentimiento andaluz basta con apellidar estas organizaciones con la A de Andalucía o pregonar que tal banco es andaluz, que ha nacido en Andalucía, o como Catalana, de Gas, agárrense, que ahora se llama Gas Andalucía.Cuando tengamos una feria de muestras que sirva, además de para ir a tomar cerveza y llevar a los niños, para mostrar al mundo bienes de equipo, alta tecnología, electrónica, automóviles... fabricados y diseñados en Andalucía, tendremos delegaciones en Madrid e iremos en mayo a bailar un chotis y a dar una lección de tauromaquia a los entendidos madrileños. Mientras, somos y seguiremos siendo el gran almacén de votos, de mercancías, de gracia, de salero, de servilismo y de tópicos de España.

Ante esta reflexión, afirmo lo que cualquier sevillano está pensando: "Sevilla es la mejó, la más bonita, olé su grasia que no se pue aguantá, y guapa, guapa y guapa..."- Miguel Angel López.