Cohn-Bendit y el antisemitismo

En su artículo El Kasparov de la política -publicado en EL PAÍS el pasado domingo 24 de abril de 1988-, Daniel Cohn-Bendit cita el atentado contra una sinagoga situada en el distrito XVI de París para afirmar que Raymond Barre, entonces primer ministro del Gobierno de Giscard d'Estaing, había declarado, refiriéndose a los transeúntes fallecidos, que "habían muerto inocentes franceses no judíos".Aunque Daniel Cohn-Bendit ha tenido la lucidez de evolucionar en muchos aspectos de su pensamiento, creo que se seguirá adhiriendo al principio de que sólo la verdad es revolucionaria. Por tanto, es necesario desmentir los términos del entrecomillado que pone en boca de Raymond Barre.

Éste, en el fragor de las reacciones a tan odioso atentado -una bomba colocada en una motocicleta situada frente a la puerta de la sinagoga-, afirmó que había habido "víctimas inocentes". Este lapsus se interpretó de diversas maneras, incluida la que recoge Daniel Cohn-Bendit. Sin embargo, es gravemente tendencioso poner explícitamente en boca de Barre que "habían muerto inocentes franceses no judíos", pues no lo dijo.

Los que cuando Cohn-Bendit fue expulsado de Francia en mayo de 1968 recorrimos repetidas veces las calles de París gritando: "Nous sommes tous des juifs allemands" debemos recordarle que las acusaciones de antisemitismo no deben ser utilizadas tan a la ligera en detrimento de la verdad. A eso se le llama calumniar.-