El sindicato ilegal Solidaridad convoca manifestaciones en varias ciudades de Polonia
, La tensión entre las autoridades y los huelguistas en diversas empresas de Polonia se mantuvo ayer, en la víspera de un Primero de Mayo que amenaza con ser altamente conflictivo. El sindicato ilegal Solidaridad, 20 de cuyos dirigentes han sido detenidos en las últimas 48 horas, ha convocado manifestaciones en numerosas ciudades para exigir mayores reformas económicas y libertades. El Gobierno ha advertido sobre su firme decisión de defender su política económica y evitar que Polonia "se banda de nuevo en el caos".
Los trabajadores de la compañía de maquinaria pesada de Stalowa Wola, en el sur de Polonia, que se hallaban en huelga desde el viernes, finalizaron ayer su protesta al acceder la empresa a sus revindicaciones económicas. El Gobierno rechazó, sin embargo, la demanda de readmisión de dos despedidos por sus actividades en favor del sindicato ilegal Solidaridad y la exigencia de "pluralismo sindical". La agencia oficial polaca PAP negó ayer que hubiera habido negociaciones con los huelguistas.Los obreros desalojaron la fábrica que se hallaba rodeada por fuertes contingentes de la policía. Las autoridades aseguraron a los trabajadores que no sufrirían represalias si abandonaban de inmediato el recinto. El fin de esta huelga es el primer indicio de distensión que se da en Polonia desde que comenzó la escalada de los conflictos laborales a principios de la semana.
No obstante, la tensión ante la celebración hoy del Primero de Mayo es general en toda Polonia. En Varsovia se registró ayer un espectacular aumento de la presencia policial en las calles. Según fuentes gubernamentales, las detenciones de dirigentes de la oposición, entre ellos Adam Michnik, Jacek Kuron y Zbigniew Bujak tienen carácter "preventivo", para evitar disturbios durante la fiesta del trabajo y se espera que sean puestos en libertad a principios de semana.
En Gdansk, Szceczin y Kattowice, las principales industrias han anunciado que irán a la huelga el lunes si los obreros de la siderometalúrgica Lenin, de Nowa Huta, son desalojados por la policía.
En Nowa Huta la mayor parte de la plantilla se mantenía ayer en huelga, ocupando las instalaciones industriales y desafiando un ultimátum del Gobierno para el desalojo. El presidente de los sindicatos oficiales OPZZ y miembro del buró político Alfred Miodowicz, que el viernes aún había descartado la utilización de la fuerza para desalojar a los trabajadores, manifestó ayer que no excluye ninguna posibilidad de poner fin a la protesta.
Expulsión del país
Por otra parte, en una acción relámpago, el Gobierno polaco ex pulsé del país a dos dirigentes de Solidaridad en lucha. Kornel Morawiecki y Andrzej Kolodziej, encarcelados desde hace meses fueron trasladados al aeropuerto de Varsovia de donde deberían viajar a Roma, vía Viena, para recibir tratamiento médico. En las gestiones para su excarcelación y traslado a Italia colaboró la Iglesia polaca, con el conocimiento del Papa, según afirmaron familiares de los detenidos, quienes al tener información en el aeropuerto de la situación de huelgas y protestas existentes en Polonia se negaron a viajar, siendo conducidos de nuevo a la prisión de Rakowiecka, en Varsovia.
Sin embargo, horas más tarde optaron por aceptar el exilio, una vez que obtuvieron el compromiso de las autoridades polacas de que podrán volver a Polonia cuando lo deseen. Es la primera vez que Polonia expulsa a Occidente a miembros de la oposición, una práctica habitual en otros países socialistas.
Aunque el cese de la huelga en Stalowa Wola ha puesto fin a la protesta que más preocupaba al régimen del general Wojciech Jaruzelski, el peligro de una escalada de la conflictividad se mantiene y con ella el eventual fracaso de la reforma económica del Gobierno antes de haber sido aplicada realmente.
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