El Club de Campo, obligado a permitir el paso a través de sus instalaciones

La sociedad mixta municipal Club de Campo Villa de Madrid se verá obligada, como consecuencia de dos recientes resoluciones judiciales, a permitir el paso a través de sus terrenos a los empleados del Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA), situado en la carretera de La Coruña, en una zona próxima al hipódromo de la Zarzuela. Ahora las instalaciones se abren y cierran a las horas de entrada y salida de los empleados de su trabajo.

En noviembre de 1985, la sociedad del Club de Campo cerró los accesos que, a través de su recinto, permiten llegar a las dependencias del INIA desde la carretera de Castilla. Este acceso era utilizado desde 1942 por el personal del INIA que acude a su trabajo diariamente desde las zonas sur y oeste de Madrid.Sendas reclamaciones del INIA y de un colectivo de 77 empleados han sido estimadas por los tribunales y, en consecuencia, obligan a permitir el tránsito a través del acceso cortado por la sociedad que regenta el Club de Campo. Ana Monfort, gerente de la sociedad mixta municipal, pidió la evaluación de dichas resoluciones a sus asesores legales, quienes cuestionaron la coherencia jurídica de las sentencias. Por el momento, sólo se ha planteado un estudio previo de los posibles recursos. Según los abogados del Club de Campo, un derecho real de servidumbre de paso difícilmente puede reconocerse con carácter limitado a un colectivo de personas.

Entrada limitada

Los abogados del Club de Campo, al mismo tiempo, justifican la limitación de paso por el Club de Campo por la necesidad de impedir el disfrute de sus instalaciones por parte de personas no abonadas a la sociedad o aquellas que no han pagado la entrada correspondiente para disfrutar de las instalaciones.Miguel Galién, secretario general del INIA, señaló, por su parte, que de entre los más de 350 empleados del organismo, entre funcionarios y personal laboral, se ha podido dar algún caso de utilización indebida del Club de Campo. Galién, sin embargo, no cree que se trate de "un abuso generalizado por parte de los empleados del INIA".

"El INIA", indicó el secretario general, "intentó arbitrar algún procedimiento con el Club de Campo para establecer el control de paso, pero las conversaciones no prosperaron". En la actualidad, el acceso de la carretera de Castilla permanece abierto durante algunos minutos al día -en torno a los horarios de entrada y salida de los trabajadores-, y cerrado durante el resto de la jornada.

En 1984, el Ayuntamiento de Madrid acordó la constitución de una empresa mixta, en la que el Ayuntamiento tiene una participación del 51% y con el 49% restante está en manos de la Real Sociedad Hípica Española Club de Campo, que disfrutaba de la concesión de las instalaciones desde 1953.

La decisión se tomó, según las autoridades municipales, para permitir a la mayoría de los ciudadanos de Madrid el disfrute de los casi dos millones de metros cuadrados de zona deportiva y de esparcimiento, hasta entonces sólo accesibles a los 18.000 socios de la Sociedad Hípica. El Club cuenta con piscinas, pistas de tenis, campo de golf y restaurantes, entre otras instalaciones.

El coste anual de explotación, calculado en unos 500 millones de pesetas, inclinó al Ayuntamiento a constituir una sociedad mixta para la gestión del las instalaciones del club.