Los atracadores de Los Mochis logran llevarse el botín protegidos por la población

Gracias a la protección de miles de personas de la población mexicana de Los Mochis, los asaltantes de un banco que mantuvieron a 40 rehenes durante 25 horas consiguieron huir en la tarde del jueves (madrugada de ayer, en España) con un botín de 20 millones de pesos (1.100.000 pesetas). La multitud, agrupada desde la noche anterior al atraco, hostigó a la policía hasta obligarla abandonar el lugar y ayudó a los asaltantes a conseguir su objetivo. Las autoridades han afirmado que esto se consintió para evitar la pérdida de vidas humanas.La población de Los Mochis se inclinó a creer la versión de los asaltantes, quienes aseguraron que los cinco muertos habidos durante este suceso fueron provocados por el tiroteo iniciado indiscriminadamente por la policía en su primer intento de frustrar el asalto. Miles de personas -distintas fuentes mencionan entre 3.000 y 10.000- se concentraron tras el tiroteo en los alrededores del banco, acordonado por fuerzas de seguridad, al grito de "libertad, libertad".

De acuerdo con testigos presenciales citados por la Prensa mexicana, la policía utilizó hasta cañones de agua contra los manifestantes, pero no pudo evitar que, finalmente, éstos rompieran el cerco y se avalanzasen sobre el banco. Simultáneamente, las autoridades mantuvieron negociaciones con los asaltantes, quienes pidieron un coche blindado para huir del lugar a cambio de liberar a los rehenes.

Como resultado de estas negociaciones, los ladrones, acompañados de sólo dos voluntarios de la Cruz Roja, salieron del banco entre los vítores de los concentrados, con quienes los asaltantes repartieron parte del botín. La última muestra de solidaridad de los manifestantes fue la de empujar durante un trayecto de varias manzanas el coche en el que huyeron los atracadores, que inicialmente no arrancaba.

Francisco Labastida, gobernador del Estado de Sinaloa, al que pertenece la ciudad de Los Mochis, declaró que, pese a las facilidades dadas para la solución incruista del caso, "jamás se estableció un compromiso de impunidad" y anunció que "a partir de hoy se iniciará una incansable persecución de los asaltantes, cuyo número oscila entre cinco y diez y no ha sido determinado oficialmente. Se trata de campesinos con edades comprendidas entre los 18 y los 25 años y que, pese a ir fuertemente armados, afirmaron no tener intención de matar a nadie, sino de "buscar dinero para vivir". Los rehenes han declarado que durante su cautiverio fueron tratados correctamente. Se sospecha que los ladrones permanecen todavía en Los Mochis, en cuyas salidas se han montado controles policiales.