El discurso de investidura de De Mita, marcado por el asesinato de Ruffilli

El líder democristiano Ciriaco de Mita pronunció ayer ante el Parlamento italiano su discurso de investidura como nuevo presidente del Gobierno, tras haber recordado antes -primero en el Senado y después en la Cámara Baja- al senador de su partido Roberto Ruffilli asesinado el pasado sábado por las Brigadas Rojas. En contra de lo que suelen hacer otros presidentes el día de su bautismo, De Mita no abordó directamente su programa de Gobierno -de 200 páginas-, que entregó a todos los diputados, sino que pronunció un discurso político de una hora, que, al parecer, había sido cambiado profundamente tras el asesinato de su amigo y consejero Ruffilli.

Antes de que De Mita entrase en el Parlamento la Prensa escribía que "la gente espera de él y de su nuevo Gobierno nada menos que la modernización y la refundación del Estado". De Mita, llorando sin pudor en los funerales de Ruffilli, había dicho que si lo que pretendian las Brigadas Rojas con su acción criminal era la de parar el carro de las reformas institucionales se habían equivocado, y añadió que el terrorismo se combate con los resultados y no con las palabras".

Según los magistrados que llevan la investigación del asesinato del senador Ruffilli y que al parecer han identificado a dos de los brigadistas -que pertenecerían a la columna romana de las nuevas Brigadas Reja- es muy probable que los terroristas quisieran secuestrar y no asesinar al senador Ruffilli y que no pudieran hacelo debido a la resistencia fisica que éste opuso. De hecho, los tres brigadistas que le asesinaron entraron disfrazados de carteros y habían llegado a Forlí desde Roma en una furgoneta también camufiada como del servicio de Correos, en la que pretendían llevarse al senador.

"Muerte y política"

De Mita, en su discurso, les llamó ayer "bandidos sin esperanza" y aseguró que su Gobierno rechazará, con todas sus fuerzas, . el horrible connubio entre muerte y política". Según De Mita, en el proceso de reformas institucionales que será, dijo, "casi un nuevo proceso constituyente", deberán participar en el Parlamento "todas las fuerzas disponibles", es decir, también los comunistas, y subrayó que el cambio de los mecanismos institucionales "no debe ser un atajo fácil para gobernar mejor, sino un camino obligado para poder guiar un país complejo como el nuestro en la línea de los otros países desarrollados de la Comunidad Europea".Todo el discurso de De Mita fue de tonos profundamente europeístas y afirmó que Italia es hoy "una clave esencial en la encrucijada entre el norte y el sur del Mediterráneo y entre el Occidente de las democracias y el Este de los dificiles experimentos de caminos nuevos". El nuevo presidente del Ejecutivo espera obtener "la colaboración crítica de la oposición" para su proyecto de gobierno. Y concluyó: "Y quizás espero de ella algo más en lo que se refiere a los grandes temas, unificadores".