El gran sueño de Sergio Leone

Sergio Leone, el más respetable creador de spaghetti westerns, se pasó, tras Hasta que llegó su hora, una docena larga de años sin rodar película alguna, absorto en los preparativos y posibles financiaciones de su gran sueño americano, One upon a time in America -recordemos que Hasta que llegó su hora se titulaba originalmente Once upon a time in the West y comprendreremos que sus dos y separados sueños son, en realidad, un solo sueño-.Finalmente, el capital, americano y holgado, aterrizó a su vera -y con él Robert de Niro capitaneando un atractivo reparto- y en 1983 pudo Leone dar el primer golpe de manivela al proyecto, que, no podía ser de otra manera, era faraónico, opulento y desmedido. Desmedida fue también su duración, aproximadamente la de Lo que el viento se llevó o Ben-Hur, 230 minutos que en nuestras pantallas comerciales llegaron en dos partes (señalemos que TVE anuncia para esta noche una duración estimada en 215 minutos).

El mejor trabajo

El resultado final de la operación puede considerarse el mejor trabajo de Sergio Leone, una película grande, operística y apasionada -y delirantemente circense en sus movimientos de cámara, en sus grúas y en sus travellings- donde el cinesta italiano lanza una mirada de amor hacia América y hacia el cine americano clásico de gángsters; de hecho, como en los míticos productos de la Warner con Cagney, Raft o Bogart, Érase una vez en América es una historia de amistad tambaleada por los avatares del destino y por el paso del tiempo. También una fábula sobre el sueño americano. A destacar el soberbio trabajo de Robert De Niro y, acaso superándole, el del magnífico James Woods. Y a señalar, también, la suntuosidad de los espectaculares decorados, la reconstrucción de época y el vestuario. Una voluntad de hechizo, en fin, plenamente resuelta.

El resto de la programación del día está compuesta por una banal reflexión sobre nuestra necesidad de compañía, No es bueno que el hombre esté solo, de Pedro Olea; un viejo western de la RKO, La pequeña rebelión, con el mismo dúo de La diligencia -John Wayne y Claire Trevor- y su mismo año de producción, 1939, y un desconocido filme hindú, Sufrimiento de amor, de 1980, que habrá que ver qué se trae entre celuloides.

Érase una vez en América se emite a las 21.30, por TVE-1.

No es bueno que el hombre esté solo a las 16.30, por TVE-2.

La pequeña rebelión a las 4.20 de la madrugada, por TVE-1.

Sufrimiento de amor a las 6.50 de la madrugada, por TVE-1.