La 'barandilla' ya se ha ido
La apariencia de la sesión de ayer era extremadamente similar a la del día anterior pero el fondo no podía ser más dispar. La apariencia: un papel que se absorbe bien, cesiones en algunos valores industriales que notaban el peso de sus ascensiones y solidez en la bolsa clásica. La procedencia del papel, el volumen de negocio y el comportamiento del mercado marcaron las diferencias.El nuevo máximo, otra vez por pocas centésimas, se formó con una barandilla vendiendo los títulos que había adquirido pocos días antes. Se trataba de seguir fielmente el ciclo semanal, hacer ceder un poco los precios para volver a empezar cuanto antes con las buenas cifras esperadas del déficit comercial norteamericano y el IPC nacional.
El papel que acudió ayer al mercado tenía querencia por volver a él y poco le importó que cayera medio punto el tipo de interés marginal en la subasta de letras del Tesoro a un año, ni el cierre -otrora tan esperado- de las bolsas occidentales. Se trataba de hacer unos duros, y si estaban acompañados por letras a un dígito tanto mejor, por lo que pueda afectar al tipo de intervención a corto plazo. Además, después de despreciar más de una mala noticia días antes, se podía hacer lo propio con las positivas.
Los bancos -dentro de ese sector clásico tan sólido- no despreciaron nada. Llevan ya tiempo con ganas de subir y, a pesar de que sus precios son altos para algunos operadores, las mejoras se impusieron sobre las repeticiones, con el Popular a la cabeza. Este banco ha escalado 68 enteros durante los cuatro días de máximos consecutivos.
El fallo, para los que se fijaban en la solidez del mercado, llegaba de Nueva York por la tarde con la publicación de una cifra de déficit superior a la esperada. Una información para las aplicaciones de la tarde y para preparar el cierre semanal.
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