La silenciosa voz del Tíbet
Es poco realista suponer que cinco millones de tibetanos pueden forzar de forma radical la política de un país que cuenta con 1.000 millones de habitantes. Los tibetanos, que reclaman su independencia de China, creen que el Gobierno chino pretende ahogar su ancestral cultura en el océano de culturas chinas. La cultura del Tíbet está unida de forma profunda a su religión y a la figura del Dalai Lama. Si las autoridades chinas permiten su regreso del exilio, sería visto como un signo de verdadero respeto a la identidad tibetana. La contrapartida que el Gobierno chino exigiría al Dalai Lama en el caso de volver sería que dejara de reclamar la independencia del Tíbet., 7 de abril
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