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La colección Nasher instala en el Centro Reina Sofía un siglo de escultura moderna

Las piezas mas representativas de todas las tendencias inician una gira europea

El gigantesco Hombre martilleando, de Jonathan Borofsky, de seis metros de altura, que impresionó a Raisa Gorbachov, preside la entrada del Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, donde ayer la Reina inauguró la exposición Un siglo de escultura moderna, con más de 70 obras de 37 artistas representativos de las diversas tendencias del siglo XX, que pertenecen a la colección de los norteamericanos Patsy y Raymond Nasher. En un ángulo del edificio está situada la monumental La serpiente ha salido, de Tony Smith, mientras que los visitantes son recibidos en el vestíbulo por las seis figuras de Hora punta, de George Segal.

Esculturas de Rodin, Brancusi, Matisse, Picasso, Giacometti, Moore, Smith, Miré, Arp, Ernst, Segal, Oldenburg, Serra, Stela, Borofisky y otros artistas figuran en la colección de Patsy y Raymond Nasher, considerada como la más importante de iniciativa privada. La colección completa tiene cerca de 200 piezas, que se encuentran depositadas en el Museo de Arte de Dallas (Estados Unidos) y en la residencia privada del matrimonio Nasher, que ayer mostraron su satisfacción por la muestra Un siglo de escultura moderna, instalada en el Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, hasta el 5 de junio.Es la primera vez que una exposición monográfica de la escultura del siglo XX, con artistas representativos de las tendencias dominantes, va a recorrer museos españoles. El matrimonio Nasher ha reunido su colección a lo largo de 30 años. Hace un año se expusieron en el Museo de Arte de Dallas, que ha organizado la muestra que inaugura en Madrid una gira europea, para visitar a continuación Florencia, la República Federal de Alemania, Israel y probablemente Moscú.

Treinta personas del Museo de Dallas asistieron ayer a la apertura de la exposición en el Centro de Arte Reina Sofía, así como las tres hijas del matr0imonio Nasher. Todas las intervenciones destacaron la calidad de las piezas, que forman parte de los momentos más revolucionarios de la escultura de este siglo, con artistas del expresionismo, el cubismo, el futurismo, el minimalismo y el pop art.

Raymond Nasher, hombre de negocios y banquero, dijo que no piensa en el arte en términos económicos, sino como una relación personal con la obra de arte, cuya adquisición es "una transferencia de activos", ya que en lugar de ahorros tienen tesoros en su casa.

"Las piezas forman parte de la familia, y con ellas podemos ser parcialmente artistas por las diversas formas de relación con el entorno. También queremos contribuir al mundo del arte con este lenguaje internacional que es un trozo de la creatividad del hombre".

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