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Perú, muchos síntomas para una crisis

El país andino se convertirá de exportador en importador de petróleo

Perú se convertirá en un país importador de petróleo a partir del próximo mes de agosto, después de haber estado años exportando este producto, si antes no consigue contratos de inversión para explotar sus reservas de crudo. Las primeras compras al exterior se cifran en unos 80 millones de dólares (algo menos de 9.000 millones de pesetas), cifra que no es muy significativa, pero los analistas consideran que este hecho es todo un síntoma de la crisis económica que atraviesa el país andino.

En medio de las críticas de la izquierda y de los habitantes de la región del Cuzco, la ciudad imperial de Perú al sureste del país, el Ministerio peruano de Minas y Energía acaba de firmar ya un acuerdo con la Shell para extraer las reservas de gas de la zona, calculadas para 100 años. El polémico acuerdo, que será firmado definitivamente en agosto próximo, ha sido justificado por el Gobierno peruano como el comienzo de la inversión extranjera en el campo energético nacional y como la salida más viable y rápida para enfrentar la crisis de combustibles que se prevé como inminente.Tanto el ministro de Minas y Energía, Abel Salinas, como el presidente de la Empresa Peruana de Petróleos (Petro-Perú), Jaysuflo Abramovich, han señalado que si las condiciones de producción de petróleo, no mejoran en los próximos tres meses, Perú tendrá que importar el crudo para sus necesidades internas.

Las perspectivas de estos dos funcionarios es que si Petro-Perú, que aporta al fisco peruano algo más de un 30% de sus ventas, continúa sin nuevos proyectos de exploración y explotación provenientes de la inversión extranjera, seguirá teniendo pérdidas, que actualmente se calculan entre 400 y 500 millones de dólares mensuales. Hoy este país suramericano produce 165.000 barriles diarios, de los que unos 30.000 son para la exportación. De producirse la importación de petróleo este año, Perú, después de años de ser productor, se convertirá en importador neto por una cantidad inicial estimada en 4,8 millones de barriles.

La reciente alza de la gasolina en un 50% supondrá, según los expertos, un aumento del déficit de Petro-Perú debido a que a esta empresa sólo le corresponderá un 25% de ese aumento, además de que tendrá en su contra una inflación acumulada del 52%. De esta forma, dicen los especialistas, Petro-Perú no se habrá recuperado de sus pérdidas, sino que tendrá que hacer frente a un 27% adicional por concepto de aquéllas.

Pero ahí no terminan los problemas del país andino. Perú acaba de suscribir dos convenios internacionales con igual número de bancos acreedores de Estados Unidos y Checoslovaquia para pagar una deuda superior a los 100 millones de dólares con productos nacionales. Uno de los convenios es con el Chase Manhattan Bank por una suma que asciende a casi 90 millones de dólares, y el otro es con el Ceskoslovesnka Obchodri Bank de Praga, por un monto aproximado a los 6,5 millones de francos suizos.

Posibilidades exportadoras

De acuerdo con el plan establecido con el Chase Manhattan, Perú amortizará su deuda durante el presente año mediante la exportación de productos por 15 millones de dólares. Para el ministro de Economía y Finanzas, Gustavo Saberbein Chevalier, estos convenios abren la posibilidad a las empresas exportadores locales para colocar sus productos en un mercado asegurado. El ministro recordó a este respecto que a lo largo de 1988 se ha fijado una meta de exportaciones de 3.000 millones de dólares, cifra que es superior en 400 millones a la del año anterior.Perú inició esta modalidad de pago en septiembre de 1987, cuando realizó un convenio similar con un banco británico. En aquella ocasión el Gobierno peruano se comprometió a pagar el servicio de su deuda con el Midland Bank de Londres -170 millones de dólares- con 30 productos exportables que comprendían algunas materias primas y artículos no tradicionales. Otro banco comprometido en esta fórmula de pago ha sido en meses anteriores el First Interstate Bank de Los Ángeles, primer banco norteamericano comprometido de esta manera con Perú.

Paralelamente, el sistema financiero peruano atraviesa por una crisis de liquidez, lo que ha permitido la aparición de mercados paralelos de intermediación financiera. Ante esta situación se ha pedido una actuación inmediata y la reformulación de la política monetaria, colocando como eje de la solución las tasas de interés y el encaje.

La baja de los tipos de interés de los depósitos de ahorro distorsiona el mercado de capitales, razón por la que empresas deficitarias de recursos acuden a intermediarios, denominados bancos de segundo nivel, que les facilitan liquidez originada en empresas con superávit. Se atribuyen como causas de la falta de liquidez, entre otras, el retiro de ahorros bancarios y la "contracción" en la moneda circulante por parte del Gobierno. De otra parte, si bien las cotizaciones de las acciones de capital y laborales de las distintas empresas inscritas en la Bolsa de Lima han venido recuperando posiciones, los analistas apuntan que las "incongruencias" en el manejo de los instrumentos de la política económica estarían profundizando la fase depresiva del mercado bursátil.

La incertidumbre existente tendría como causa la caída generalizada de los precios, que ha conducido a una venta masiva de acciones, sin que existan demandantes. También las operaciones han disminuido apreciablemente, al igual que las transacciones. Según los expertos, la confianza se recobraría cuando "el Gobierno diseñe una estrategia coherente de recuperación económica, tomando en cuenta la existencia de ese importante mercado de capitales".

Mientras tanto, el mercado negro del dólar norteamericano ha logrado de nuevo su legalización, después de estar ocho meses proscrito. La medida se ha producido como consecuencia de las nuevas medidas económicas adoptadas por el Gobierno peruano, ya que debido a la baja en las reservas internacionales en divisas se determinó la eliminación del dólar para turismo, que tramitaban los bancos locales a un precio más bajo que el del mercado paralelo.

A esto se suma el anuncio hecho en febrero pasado por el propio presidente Alan García de que los importadores que necesitaran traer productos del extranjero debían comprar sus divisas en "el mercado paralelo", dando ya por hecho la reaparición del Wall Street limeño de la calle de Ocoña. Después del anuncio presidencial, el dólar negro ha comenzado a declinar su cotización.

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