Encarcelado en Barcelona un presunto piloto homicida
José Conesa Muñoz, de 34 años ingresó ayer al mediodía en la cárcel Modelo de Barcelona por decisión judicial acusado de un delito de imprudencia temeraria cometido horas antes al conducir un vehículo en sentido contrario por una autopista de acceso a Barcelona.Este hecho motivó una espectacular colisión frontal con otro automóvil, pero que sin embargo sólo produjo heridas leves a ambos conductores. -
Los hechos ocurrieron sobre las 23.50 horas del lunes en el kilómetro 0,800 de la autopista A2, en el término municipal de Esplugues de Llobregat, en frente del restaurante Los Tres Molinos. Esta carretera es una de las principales entradas a Barcelona y finaliza en la avenida Diagonal, que cruza la ciudad.
José Conesa conducía en sentido contrario un vehículo Renault-5, matrícula B-3544-BP, en dirección a Barcelona, por el carril situado más a la izquierda de los tres que tiene la autopista en cada sentido. Por ese mismo carril circulaba un Alfa Romeo matrícula T-4395-S, conducido por Antoni Mestres Recasens, vecino de la localidad tarraconense de El Vendrell.
A causa del choque frontal los vehículos quedaron prácticamente destrozados pero los conductores sólo sufrieron heridas leves en la cara producidas por la rotura de los cristales. Según fuentes de la Guardia Civil, en el momento de ocurrir la colisión los vehículos circulaban a una velocidad que rondaba los 100 kilómetros por hora, pero pese a ello los conductores salieron por su propio pie de los vehículos y fueron atendidos en un centro sanitario de las heridas leves.
Anteriormente, miembros del destacamento de la Guardia Civil de Tráfico de Martorell que intervinieron en la elaboración del atestado pidieron a José Conesa que realizara la prueba de la alcoholemia, a lo que éste se negó. Fuentes de la Guardia Civil señalaron no obstante que el conductor no presentaba muestras de encontrarse bajo los efectos del alcohol.
Sin embargo, el abogado de oficio que atendió a José Conesa admitió la posibilidad de que su cliente estuviera ebrio y descartó de forma rotunda que se trate de un piloto suicida de los que circulan en dirección contraria tras haber hecho una apuesta.
José Conesa estuvo acompañado durante la mañana de ayer en el juzgado por su esposa, lo que provocó escenas emotivas durante la media hora de espera que siguió a la comparecencia ante el juez. En el momento de ser entregada la orden de prisión incondicional el detenido se fundió en un abrazo con su esposa mientras ambos rompían a llorar.
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