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Las empresas con más de 200 trabajadores redujeron el año pasado sus plantillas en una media del 1,3%

Las empresas con más de 200 trabajadores redujeron el año pasado sus plantillas el 1,3%, según un estudio del Ministerio de Economía y Hacienda. Los datos señalan que el sector de grandes empresas industriales sigue inmerso en el proceso de ajuste y reconversión, aun cuando se ha beneficiado de la recuperación económica general manifestada a partir de 1985. En los tres años transcurridos, las grandes empresas se han liberado del 3,6% de su personal, cerca de 70.000 personas. El 80% de las sociedades encuestadas ya contabiliza beneficios, frente a un 76% en 1986.

De este estudio anual sobre la negociación colectiva y sus implicaciones económicas, el décimo que realiza la Dirección General de Política Económica, se desprende la persistencia de una acusada disparidad entre la evolución del empleo en el conjunto de la economía y en las grandes empresas, sobre todo las industriales.La muestra utilizada abarca 721 sociedades con más de 200 trabajadores y 1,04 millones de empleos. Esto supone en tomo a la mitad del conjunto de las grandes empresas. Por tanto, el 3,6% de descenso acumulado de plantillas desde 1985, reflejado en el cuadro adjunto, afectó a unos 70.000 trabajadores. En cambio, las estimaciones realizadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), mediante su encuesta trimestral de población activa (EPA), indican que la población asalariada del conjunto de las empresas -grandes y pequeñas- se incrementó casi un 8% durante el mismo trienio de recuperación.

Mientras en 1987 la economía española ha mantenido por segundo año consecutivo un aumento superior al 4% en el empleo asalariado, las plantillas de las empresas con más de 200 trabajadores han duplicado con creces la tasa de destrucción de empleo de 1986. Y ello a pesar de que las sociedades con beneficios se elevaron el año pasado desde el 76,4% hasta el 80% de la muestra.

Beneficios y empleo

Las grandes empresas confirman así que, como han dicho demostrar empirícamente diversos economistas, no existe una clara correlación entre beneficios e inversión y empleo, al tiempo que las economías logradas en los costes laborales tardan hasta cinco años en trasladarse al empleo. La central de balances del Banco de España, nutrida principalmente por grandes compañías, ha registrado en los cinco últimos años un fuerte aumento de los beneficios medios; si en 1983 el conjunto de las sociedades ganaban un 2,8% del valor añadido que generaban, ahora andarán por el 10%.

Pese a la amplitud de la recuperación económica y de los beneficios, las grandes empresas siguen afectadas por los procesos de reconversión, sobre todo en el sector público, donde el ajuste laboral y el financiero también han permitido a algunas empresas volver a tener beneficios. Gracias a su mayor ajuste laboral, el sector público lleva tres años con aumentos de los costes laborales inferiores al privado.

Frente al continuado descenso de la ocupación en la industria, incluso en las grandes empresas ha crecido el empleo dentro del sector de construcción (donde la contratación temporal se aproxima al 40% del total de las plantillas) y también en los servicios, con la gran salvedad de la banca, que empezó a liberarse de plantillas hace un lustro.

El estudio de Economía reafirma que, entre las grandes empresas, CC OO mantiene la hegemonía sindical: 35,6% de las mesas de negociación, contra 31,3% de UGT y el 11,4% de los independientes. También indica que los sindicatos solicitaron al iniciarse la negociación colectiva de 1987 incrementos salariales del 8,7%, casi cuatro puntos por encima de la inflación prevista, mientras las empresas se acogieron al objetivo gubernamental. Esta fortaleza de las reivindicaciones sobre años anteriores se tradujo en aumentos de la conflictividad, que en 1987 afectó al 10,8% de las plantillas y generé una pérdida media de 6 horas por empleado.

Costes, jornada y abanico

Al final, el aumento de los costes laborales por trabajador (la masa salarial bruta, incluida la Seguridad Social) fue del 6,9%, el de las retribuciones brutas del 7%, el de los costes laborales por hora pactada del 7,3% y el de los costes laborales por hora efectiva del 7,7%. Esto significa una ganancia de dos puntos en el poder adquisitivo.

La estructura de los salarios refleja un mayor peso de los componentes fijos, debido a que el sueldo base subió un 7,5%, los complementos fijos el 6,6% y el complemento de antiguedad el 8,1 %. Pierden importancia las retribuciones variables, donde el complemento de producción aumentó un 7%, el de asistencia no varió y los pluses subieron un 4,3%. Otros conceptos también se mantuvieron por debajo del crecimiento medio: 6,9% las ventajas sociales, 3,6% las horas extras y 6,4% la Seguridad Social.

El abanico entre licenciado y peón se, mantiene: el primero gana 3,36 veces más que el segundo. Esto indica la paulatina pérdida de importancia de los repartos lineales. La jornada pactada se reduce un 0,4% (hasta 1.775 horas) y la efectiva un 0,7% (hasta 1.663). Por último, las horas extras se reducen otra vez un 6,3% (hasta 30 horas por empleado, lo que equivale al 1,7% de la jornada).

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