Maguregui: "Veo el fútbol fácil desde que nací"

A sus 54 años, por fin, le ha llegado la oportunidad de su vida, y asegura: "No la voy a desperdiciar". " próxima temporada, si las cosas no se tuercen, y él sabe mucho de eso, entrenará, por primera vez en su vida, a un equipo de los denominados grandes, el Atlético, de Madrid. Jesús Gil, presidente del club madrileño, se ha fijado en él, quizá porque su carácter es muy semejante al de este entrenador extravertido, pillo y listo, que ha tenido que sacar adelante barcos -así denomina él a los equipos que dirige- de escaso calado y, consecuentemente, con mínimas aspiraciones. José María Maguregui ya no tendrá que hacer números y recurrir a artimañas para conseguir que sus equipos se mantengan en Primera División. Aunque de momento tiene que luchar para que el Celta continúe enquistado entre la gente guapa del fútbol español.

Pregunta. Ha tenido que esperar 16 años, pero parece que, por fin, ha conseguido su objetivo.

Respuesta. Efectivamente. El Atlético de Madrid me brinda ahora la oportunidad de poder trabajar de forma distinta y no la voy a desperdiciar. Estoy convencido de ello.

P. Acostumbrado a dirigir equipos modestos ¿no le da cierto temor el reto?

R. Vamos, hombre. Sólo me faltaría que a estas alturas de mi vida tuviera miedo a algo en el fútbol. Yo no soy un principiante y estoy convencido de que es más fácil conseguir un título que lograr la permanencia y con el Atlético, desde luego, a vamos a ir a por la Liga.

P. Pero usted tiene fama de técnico conservador.

R. ¿Y qué otra cosa he podido hacer hasta ahora? Cuando uno se siente ahogado, cuando le ponen en sus manos buenos profesionales pero muy limita dos, no te queda otro remedio que poner el autobús delante de la portería. Quienes me acusan de ser conservador no saben quien ha sido Maguregui en el fútbol.

El fútbol es movimiento

P. ¿Cómo concibe usted el fútbol?

P. ¿Cómo concibe usted el fútbol?

R. Igual que cuando era jugador y me parece que lo hacía bastante bien, porque lo conseguí todo. Yo veo el fútbol fácil desde que nací. No tiene secretos para mí. El fútbol es movimiento. Hay que correr más que el contrario.

P. Usted suele decir a sus jugadores que quien no corra tiene menos porvenir que un espía sordo y el mismo tiempo se le acusa de despreciar a los futbolistas eminentemente técnicos.

R. Pues no tienen ni idea, porque a mí los jugadores técnicos me encantan. Me gustaría tener hombres que hicieran con los pies lo mismo que los jugadores de baloncesto hacen con las manos. Pero han de moverse porque para tocar el balón en un rincón ya estoy yo. A mí los trotones no me sirven. Esos, que se dediquen al ciclismo o al atletismo.

p. Para jugar al fútbol se necesita también una táctica y usted no suele ser muy amante de ellas. Lo suyo es dirigir desde el banquillo.

R. De todo un poco. Los partidos en la pizarra siempre se suelen ganar por 6-0 y luego, en el campo, sucede todo lo contrario. La pizarra sirve para poco y los máximo que has de hablar con un jugador es 20 minutos, porque no asimila tus ideas. Desde el banquillo, es donde hay que hacer los cambios sobre la marcha y parece que eso se me da bastante bien. Hay gente que tiene otras cualidades y yo tengo esa, que es innata.

P. También se le da, bastante bien hablar, Usted. es un hombre de frase célebres. R. Pero en su momento. Al fútbol hay que darle alegría y yo creo que contribuyo a que ese deporte no sea triste. Pero la alegría no está reñida con la seriedad. Yo soy trabajador y disciplinado y los mismo quiero para mis jugadores.

P. ¿Ese será su lema en el Atlético?

R. Lo es ahora. y lo será siempre. Yo soy un tio muy ambicioso y quiero conseguir gran des cosas en el Atlético.

P. No le da miedo acusar el salto de un equipo modesto a otro grande?

R. A mí no me asustan ni las balas. Mejor dicho, me da cierto temor la velocidad que llevan. Creo que ya lo he demos trado todo en el fútbol y este es un paso más en mi carrera como entrenador. Ahora trabajaré con un Goliat y ya no tendré que hacer, obligatoriamente, de David por esos campos.

P. Y estará al lado de un presidente que va de Goliat por la vida.

R. Yo no se como va por la vida Jesús Gil, pero me parece que está revolucionando el fútbol. Me gusta porque dice las cosas claras y alguna razón tendrá cuando sus palabras son tan fuertes. Otros tienen la cara de santos, te dan un abrazo y te quedas sin cartera y sin anillos. De eso tengo yo mucha experiencia.

P. ¿Lo dice por los actuales directivos del Celta?

.R. Lo digo por todo lo que visto a lo largo de mis años como futbolista y entrenador. En cuanto a mis problemas con el Celta, creo que en Vigo deberían sentirse orgullosos de que un equipo como el Atlético de Madrid haya ido a buscarme y han de comprender que no pueden retenerme. Eso lo entiende cualquiera. Hasta un obrero de la Citroen me lo reconoció el otro día durante un entrenamiento. "Mister", me dijo. "Si a mí me hace una oferta la Magefesa, también me voy".

P. ¿Cómo está la situación en estos momentos?

R. La directiva, concretamente el presidente, mantiene la teoría de que yo me comprometí para renovar y no es cierto. Simplemente mantuvimos una conversación y no llegamos a nada concreto. Nadie firmó nada, aunque es su palabra contra la mía y la de mí mujer. A pesar de que quieren llevarme a los tribunales, creo que no tendré problemas hasta el final de temporada. Los jugadores están conmigo y todos juntos lucharemos para dejar al Celta lo más arriba posible o lo que es lo mismo, clasificarnos para la Copa de la UEFA. Pero si las cosas van mal, tendremos que ponernos firmes como en Vietnam. Poner firmes

P. ¿Y a quién piensa poner firmes la próxima temporada?

R. Futbolísticamente hablando, a todo el que pueda. Espero que la próxima temporada no sea tan aburrida como esta. El único equipo que ha dado un poco la talla ha sido el Real Madrid, quizá porque los demás han fallado. Yo confío que el Atlético de Madrid acabe con esta racha y ya no haya tantas diferencias entre unos y otros.

P. ¿Está trabajando ya para el Atlético?

R. No sería ético que ahora me pusiera a planificar el trabajo para otro equipo. Me debo al Celta y hasta el 30 de junio no pensaré en rojiblanco. Lo que si puedo anticipar es que trabajaré con un preparador físico, tal como estoy haciendo ahora. Pero ese señor, que sabrá de va la cosa, estará siempre bajo mi supervisión, porque el fútbol es una cosa y el atletismo, otra.