Juan Carlos Corral

La única duda sobre su futuro le asaltó a los 16 años. La elección entre una bata de médico o la gorra de capitán fue una batalla que ganó el mar. Desde entonces, y tras un período académico en tierras gallegas "de donde era mi padre", se ha pasado la vida entre algas, y afirma que "hay muchos más lobos entre las calles de cualquier ciudad que en el casco de un buque". Él es el promotor de la primera empresa cooperativa del sector pesquero en la Península, ubicada en el puerto guipuzcoano de Pasajes y que aglutinará a 25 hombres en paro, que serán propietarios de esta empresa.

Ya en la Escuela de Náutica de La Coruña, durante la época de sus estudios, comenzó a exigir mejoras para los marinos. Entonces, cuando la navegación era todavía una ilustración en cualquiera de sus libros, él ya pidió con insistencia la introducción de médicos en los barcos, para solucionar los problemas de salud que suelen surgir a bordo, y de paso paliar en lo posible el paro entre los galenos".Poco después, tuvo que enfrentarse al vértigo de una pared de cientos de metros cuadrados llena de oro negro. "La primera vez navegué en un superpetrolero. Cuando subes al puente te sientes muy importante, estás solo y sabes que de cada decisión depende mucho dinero".

Juan Carlos Corral se enroló en un mercante nórdico, tras 400 días de prácticas por las rutas del petróleo. En su segunda campaña de seis meses, y con los intestinos del buque cargados de todo terrenos, echaron el ancla en pleno golfo Pérsico. "Estas situaciones te obligan a utilizar la imaginación, a evadirte", y dándole vueltas a la cabeza, entre las chapas de un camarote flotante con bandera noruega, se le ocurrió traer a la Peninsula un sistema, "japonés y revolucionario", de empaquetado de patatas fritas, que "luego se encargaron de explotar otros".

Ya casado, y enamorado del mar, aunque un poco cansado de las largas ausencias, continuó con la gorra cinco años más, hasta un total de nueve.

Juan Carlos Corral es capitán de la marina mercante, estudiante de primer año de derecho, tiene 32 años y está casado, sin hijos. Durante sus nueve inviernos como oficial de primera y de segunda ha surcado todos los mares del globo y ha visitado los cinco continentes.

Tras tres años de "darle otra vez vueltas a la cabeza", pero esta vez en compañía de su mujer y entre las sólidas paredes de su hogar, ha puesto en marcha la primera cooperativa de pescadores. Esta "singladura", pionera a nivel nacional, aglutinará a cerca de 25 hombres en paro en torno a dos barcos que ya han sido encargados. "Todos, desde los patrones hasta los administrativos y pescadores, pasando por el gerente, serán propietarios de esta empresa, que la ubicaremos en Pasajes". En las oficinas también habrá capitanes de la marina mercante, "porque nosotros, más que los abogados y economistas, sabemos qué es lo que necesita, primero, el marinero, y luego, el mar".

La Consejería de Agricultura y Pesca del Gobierno vasco financiará esta empresa de 300 millones con el 30% a fondo perdido y el resto mediante unn crédito hipotecario a la construcción naval. También esperan obtener ayudas de la Comunidad Europa que podrían alcanzar un máximo de un 20% de la financiación.